Al morenista Miguel Barbosa Huerta, calificado como el peor gobernador de Puebla, le sigue yendo muy mal en las encuestas nacionales: por ejemplo, en la de consulta Mitofsky se ubica en el quinto lugar de los mandatarios estatales peor evaluados con 32 puntos, de 100 posibles; es decir, tendría 3 de calificación en lo que lleva de gobierno. Otra de las encuestas, la de México Elige, realizada entre el 1 y 7 de junio, lo ubica como el segundo gobernante peor evaluado en la atención al problema de la pandemia del COVID-19.
Barbosa es un político que siempre da mucho de qué hablar, pero siempre en sentido negativo. Hay políticos poblanos y nacionales que aseguran que intenta ser una copia de AMLO, sólo que una calca pésima y muy mala, que incluso el mandatario nacional se sentiría avergonzado y un «excelente político» comparado con el gobernador poblano, pues éste, en las evaluaciones se ha ubicado sólo por debajo del priista mexiquense, Alfredo del Mazo y el independiente Jaime Rodríguez Calderón, de Nuevo León, que sumaron 34.7 y 36.8 puntos, respectivamente. Barbosa Huerta apenas superó a los gobernadores de Michoacán y Morelos, al perredista Silvano Aureoles y a Cuauhtémoc Blanco quienes obtuvieron calificaciones de 31.8 y 25.8 respectivamente, resultando como los dos mandatarios que tienen un muy mal desempeño en sus estados.
Hace unos días el gobernador poblano, siempre con sus frases patosas y muy folclóricas, dijo públicamente que “el Estado no tiene un cuarto de dinero”, esto luego de haber anunciado que Puebla registrará una caída de 4 mil millones de pesos en sus participaciones 2020, derivado de la crisis económica que provocó la pandemia del Coronavirus, dicho sea de paso, problema de salud que la entidad y él como representante, le toca atender y resolver.
De acuerdo con el jefe del ejecutivo estatal la recaudación está en ceros lo que provocó que muchas personas perdieran su empleo y no pueden pagar impuestos, además de no contar con dinero para la compra de alimentos para sobrevivir; aspectos que aumentarán la pobreza que hasta el 2018 era de 3 millones 763 mil 650 habitantes, más los 551 mil 923 que sufren pobreza extrema; en promedio seis o siete de cada 10 poblanos se ven acorralados por este mal.
No conforme con la situación crítica que vive el estado donde no hay obra pública, ahora se sabe, por boca de Alfonso Mendoza Velázquez, investigador de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), que para el mes de noviembre todo Puebla podría estar contagiado de COVID-19, seguramente por las ineficientes acciones del gobierno estatal. Sin embargo, para Barbosa, de estatura política muy pequeña, no es suficiente el pesar y sufrimiento del pueblo de ese territorio del país; ahora, comienza a quitarles recursos a varios municipios del estado.
En este contexto, Juan Manuel Celis Aguirre, líder del Movimiento Antorchismo en Puebla, la organización más grande en el estado y con una membresía que ronda cerca del medio millón de poblanos, criticó la política del gobernador y aseguró que en lugar de ayudar a los municipios ahora, con un recorte del presupuesto que nunca antes se había visto, les quita 400 millones 500 mil pesos y se afecta a la población en obras públicas y servicios, así como en otros rubros que recibían los ayuntamientos poblanos.
El recorte que arrancó con la aprobación del PEF 2020 y que hoy el gobierno estatal replica (dicen algunos alcaldes roba) a decenas de municipios como Tepexi de Rodríguez, Santa Inés Ahuatempan, Atexcal y Santa Clara Ocoyucan, entre otros, daña seriamente su estabilidad económica pues se quedarán sin recursos para atender servicios básicos y problemas que plantean los ciudadanos; incluyendo obligaciones que el gobierno estatal no atendió como contratar más personal médico para hospitales o clínicas, no se compró equipo a esos centros de salud para atender de mejor manera a la población y dejó que el sistema de salud enfrentara solo, con la valentía de los doctores y enfermeras, a la pandemia de COVID-19.
A finales del año pasado, Luis Miguel Barbosa, en una protesta de alcaldes que quiso minimizar, dijo que “ante la reducción menor a los 800 millones de pesos, viene el gobierno del estado que es un órgano profesional (sic y resic) que recaudó dos mil millones de pesos más en los cuatro meses. Entonces tengo dinerito para prestarles a mis presidentes municipales”. Hoy esas palabras de Barbosa quedaron en el aire y a los municipios les sigue quitando recursos que por derecho les corresponde. Ante esto, decenas de alcaldes y su población arrancan una campaña estatal y, posiblemente nacional, de denuncia contra el mal gobierno de Puebla que les está arrebatando y robando recursos que deben destinarse a la población.
El clímax no político… Las cosas para México en el nivel de contagios y muertes no van nada bien. De acuerdo a los datos más recientes se sabe que a poco más de 30 días de la normalidad que decretó el gobierno de López Obrador, los contagios por Covid-19 crecieron en un 189% expandiéndose a prácticamente todo el país. Las muertes también se incrementaron en 213%, según las cifras oficiales.
Y es que, para finales de mayo, cuando supuestamente concluyó la jornada de Sana Distancia, había 90 mil 664 mexicanos contagiados y se habían registrado 9 mil 930 defunciones; hasta ayer, 6 de julio, se alcanzó la cifra de 261 mil 750 contagios y 31 mil 119 decesos. Por ejemplo, ayer la cifra de 489 defunciones colocó a México en el segundo país a nivel mundial con más muertes registradas. Mientras tanto, López Obrador, en su país imaginario, sigue diciendo que se logró aplanar la curva y que no se ha desbordado el sistema médico en el país. Por el momento, querido lector, es todo.