Esténtor Político
No habían pasado ni tres semanas desde que el Presidente se había dedicado a agredir y atacar a la senadora Xóchitl Gálvez, una de las precandidatas del Frente Amplio a la Presidencia de la República en 2024; y una notoria alza en el número de homicidios dolosos en Guerrero había intensificado la crisis de violencia que enfrenta la administración de la gobernadora morenista Evelyn Salgado, cuando el huésped de Palacio Nacional cayó en otra encrucijada política: el cuestionamiento del contenido errático, confuso e improvisado de los nuevos libros de texto gratuitos, cuya pésima edición tendrá un costo político serio para su partido en las elecciones del próximo año.
El desempeño del gobierno morenista en estos casi cinco años ha sido ríspido y polarizante, lo mismo con maestros, estudiantes, médicos, empresarios, periodistas y magistrados, que con instituciones políticas, organismos autónomos y clases medias. Es decir, prácticamente con toda la población y el principal promotor, orquestador o provocador de estas confrontaciones ha sido López Obrador (AMLO); en unos casos porque no ha sabido ser un gobernante que escuche y atienda a los ciudadanos y en otros porque le gusta sentirse el dueño del ‘circo político’, creyendo que lo sabe todo y que está por encima de todos.
El problema de la educación en nuestro país, como las demás crisis, no es nuevo, pero durante el gobierno morenista se ha profundizado y compromete drásticamente el futuro de millones de niños mexicanos que no han recibido la enseñanza básica adecuada y no serán competentes si reciben una profesión ni podrán conseguir un empleo bien remunerado. Es decir, la próxima generación está condenada a más pobreza y marginación.
Todo esto es así a pesar de que el Artículo 3 de nuestra Carta Magna es muy claro cuando dice: ‘Toda persona tiene derecho a la educación. El Estado impartirá y garantizará la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior’ Y, además, subraya claramente que ‘La educación inicial es un derecho de la niñez y será responsabilidad del Estado concientizar sobre su importancia”. También que “Corresponde al Estado la rectoría de la educación, la impartida por éste, además de obligatoria, será universal, inclusiva, pública, gratuita y laica’.
Sin embargo, y pese a que lo establecido en el 3 Constitucional está más claro que el agua, tanto el Presidente como la Secretaría de Educación Pública se han olvidado de estos preceptos y están llevando a la educación hacia una crisis mayor y nunca antes vista, que sumada a las otras que ya padece el país, puede colocar a la población al borde del abismo o de un estallido social de irreversibles consecuencias.
Con los nuevos libros de texto gratuitos no se ataca ni por error la mala educación, porque están diseñados para difundir las propuestas políticas del partido gobernante, rendir culto al ‘mesías’ AMLO y para usarse como una herramienta de permanencia en el poder. Por eso, en uno de los libros se habla de la elección presidencial ‘robada’ en 2006. Pero, sobre todo, son libros improvisados, hechos al vapor, sin planeación ni revisión por personal especializado. Y, por si fuera poco, se mutiló a las matemáticas y al español como materias fundamentales de la enseñanza básica; asimismo, hay errores garrafales de los que ya mejor ni hablamos.
En resumen: el gobierno morenista está profundizando la crisis educativa de los estudiantes de nivel primaria y secundaria, que la pandemia de COVID-19 ya había empeorado durante tres años; debido a que los niños se mantuvieron encerrados, recibieron ‘aprendizajes’ ínfimos por falta de infraestructura y porque la enseñanza en casa no es la misma que brindan los maestros en las aulas con material analizado colectivamente.
El aprendizaje de los niños será deficiente y terrible porque la ‘nueva’ estrategia del gobierno morenista desprecia el conocimiento de la ciencia y hará que los niños y adolescentes aprendan menos y no desarrollen aptitudes intelectuales ni habilidades básicas. Ante una crisis educativa trágica, que se suma a las crisis de inseguridad, insalubridad y más pobreza, la conclusión es que Morena y AMLO no saben gobernar y deben ser removidos del poder en las elecciones federales de 2024.
Un objetivo que puede hacerse realidad si todos los mexicanos nos unimos y votamos en un solo sentido. Por el momento, querido lector, es todo.