En la edición matutina del programa radiofónico de “Heraldo Radio” se brindaron las respuestas a la pregunta: ¿Está usted a favor o en contra de la visita de AMLO a Trump?. El 63.5% contestó que estaba en contra, el 11.2% que estaba a favor y el 25.3% se mostró indiferente.
Más allá de estos datos, incluso, más allá de si se está o no en contra de que el mandatario mexicano fuera a Estados Unidos, lo más importante y que vale la pena comentar es saber los resultados de esa reunión y si realmente va a beneficiar en el futuro a nuestro país o si sólo habrá más sometimiento y males económicos y políticos.
Antes de esta primera gira internacional hemos visto cómo se ha portado el país vecino con México; por ejemplo, AMLO se vio muy obediente enviando a la recién estrenada Guardia nacional al sur del país para contener a los migrantes, sólo porque era una “solicitud” (más bien una orden) de Donald Trump, el resultado fue el repudio de miles de mexicanos.
Más tarde la imposición de Trump y el mensaje, que por semanas estuvo en la prensa nacional e internacional, sobre la construcción del muro entre ambos países, también esto dio mucho de qué hablar; aquí, a México no le quedaba más que aceptar tales acciones y esperar a que pasara el tiempo y la ira norteamericana.
A mediados del 2019 Donald Trump anunció aranceles a todos los productos procedentes de México y amenazó con que aumentarían hasta el 25% si no finalizaba el flujo de migración ilegal. La amenaza fue así: “si la crisis persiste los aranceles aumentarán a 10% el 1 de julio, al 15% el 1 de agosto de 2019, al 20% el 1 de septiembre de 2019 y al 25% el 1 de octubre de 2019”.
Por otro lado, y sólo como ejemplo, el “ya veremos cómo pagan el favor” cuando Trump dijo que se haría cargo de la reducción de barriles de petróleo que exigía la OPEP a nuestro país, hoy se recuerda para comprender que el presidente debe favores que debe pagar; por esa razón la visita a Estados Unidos está muy lejos de ser con motivo del arranque del nuevo T-MEC.
México mal gobernado por la Cuarta Transformación y con una imagen en picada de AMLO, convenció al mismo mandatario que le hacía menos daño al país haber ido a Estados Unidos y, quizá, algo de razón tenga; porque ni usted ni yo imagina cuál pudo haber sido la reacción de Donald Trump si López Obrador se hubiera negado a ir. De todas maneras, y siendo optimistas, México puede ganar a corto plazo sólo con un apoyo en el terreno de salud y más allá de esto nuestra nación seguirá siendo débil económica y políticamente y continuará sometido a cualquier país extranjero.
Para que México se quite la bota de sometimiento del país gringo debe existir otro gobierno, que haga de México un país rico y fortalecido para que tenga qué ofrecer y ponerse a la altura de cualquier nación del mundo; de no ser así, sólo seguiremos estando en los primeros lugares de las listas de los países con más muertes y contagios por el COVID-19 o por ser los países con más pobreza e inseguridad para sus habitantes. A AMLO no le quedó otra opción y espera ayuda futura por parte de Donald Trump, aunque la política y economía mexicanas no cambiarán en nada. Por el momento, querido lector, es todo.