Existe una lucha despiadada por llegar al poder, actores políticos se pelan en entre sí por encumbrarse en la silla del mandato, el poder es algo que buscan, que añoran, no es realmente el espíritu de servicio como quieren hacer creer el que los impulsa, su anhelo de proteger, no.
Pues una vez que llegan a la silla tan buscada muestran su verdadero rostro, algunos de represión, otros de desinterés por resolver las causas de la ciudadanía, y algunos otros demuestran un interés muy especial por el dinero, a mi parecer eso es algo que está sucediendo con la actual jefa de Gobierno, la morenista Claudia Sheinbaum, pues de otra manera no se explica cómo en todos los cuatro años que tiene gobernando la capital de país, han sido repetitivos los señalamientos por subejercicios en los que ha incurrido su gobierno.
De acuerdo con la cuenta pública 2022 que el gobierno de la ciudad representado por la morenista Claudia Sheinbaum entregó al Congreso capitalino, éste obtuvo ingresos extraordinarios por 273 mil 539 millones de pesos, y lo aprobado para ese año fueron 39 mil 539 millones de pesos.
Sin embargo, esta administración no ejerció todo el recurso incurriendo nuevamente en un subejercicio, ahora por cinco mil 554 millones de pesos, pues para el último mes del año pasado el gobierno sólo había gastado 267 mil 986 millones de pesos. Esta cantidad de subejercicio es mayor al presupuesto asignado para dependencias como la Secretaría de Movilidad o la propia Secretaría de Inclusión y Bienestar Social. Y éste es el subejercicio más reciente porque si sacamos el historial han sido muchos más.
Aunque un subejercicio representa el recurso que fue etiquetado para determinada obra y que no se gastó, sobre todo esto representa la mala administración del gobierno en turno, porque algunos dirán, que ese dinero es un ahorro, que por lo tanto los administradores de los recursos son brillantes porque todavía pueden ahorrarse dinero, no es así, más bien representa la ineptitud porque el funcionario en turno no ha sido capaz de invertir el recurso en la construcción de alguna obra o servicio, no le dio la importancia, o cómo se señala se pretende ahorrar ese dinero para fines ajenos a los intereses públicos, justo este señalamiento se viene haciendo a Claudia Sheinbaum, por ejemplo.
Ella anda muy emocionada desde hace muchos meses placeándose en toda la república mexicana, pues se le metió en la cabeza, por consejos de su mentor el presidente de la república, AMLO, que ella puede llegar a ser su sucesora, por lo tanto el derroche de recursos para su campaña anticipada no puede ocultarse, ya que ha desplegado una ejército de propaganda con costosas sumas de dinero que no se sabe de dónde está saliendo, además de sus viajecitos a todos los estados de la república en donde dice siempre que le cuestionan que va a impartir conferencias magistrales acerca de su buen desempeño como gobernadora de la CDMX.
No se necesita ser muy agudo para imaginar que esos subejercicios millonarios que representan sumas exorbitantes de dinero puedan ser la caja chica que costeen las aspiraciones de Sheinbaum por promocionar su mentira. ¿Cuál buen gobierno? ¿Cuál ciudad ejemplo? Si la ciudad está sumida en un caos, con un aumento de delitos, pobreza, marginación, falta de servicios, transporte deficiente y hasta peligroso, y un largo etc.
En todo esto hay algo que no encaja y es sobre todo la desfachatez con que la jefa de Gobierno está invirtiendo millones en propaganda, sobre todo porque es dinero que tanto se necesita para resolver múltiples necesidades en la ciudad.
Esta ciudad, por cierto, presentada por ella como de primer mundo donde nadie carece de nada y que está a la orden de la tecnología. Porque para eso sí es muy buena, para echarse flores y disfrazar su carente trabajo y falta de obras. ¿Dónde están los recursos millonarios que maneja el gobierno de la ciudad? Pues no hay inversión en necesidades de la población: el transporte es mortal y lo digo literal; cada vez que abordamos el metro, por ejemplo, no tenemos certeza que llegaremos vivos a nuestro destino, porque este sistema de transporte es inseguro, falla constantemente, es una bomba de tiempo tal como fue caracterizado.
No por nada en 2021, justamente el 3 de mayo, ocurrió un fatal accidente, el colapso de la línea 12 que dejó como salgo a 26 personas fallecidas y más de 100 heridos que hasta el momento, trascurridos dos largos años aún luchan para que se haga justicia y vayan a la cárcel los responsables de esta tragedia que enlutó a todo el país y dejó una profunda herida en todos los mexicanos. Pues la falta de mantenimiento a las vías del STC se manifestó en este accidente mortal que se fue trasladando a otros accidentes algunos menores, algunos otros también con víctimas mortales como el ocurrido el 7 de enero pasado donde falleció una joven estudiante de artes de la UNAM, igual por la falta de mantenimiento.
Esos recursos guardados tan celosamente por la mandataria para después gastarlos sin recato ni vergüenza en su campaña política es una mentada a la inteligencia de todos los capitalinos, que debemos sentirnos agraviados porque personajes como estos se creen los dueños absolutos de los recursos y hacen con ellos lo que les place.
¿Cuándo el pueblo de México va a hacer valer su papel en la sociedad de ser el jefe de toda esta bola de politiquillos que una vez que se sientan en la silla se olvidan quién fue quien los puso ahí? Y entonces con el mayor despotismo hacen y deshacen a su antojo y se gastan los recursos del pueblo en lo que a ellos les interesa.
Es hora que despertemos de este letargo que no nos llevará a nada positivo. Porque las cosas cada día están peores y en nuestras narices funcionarios como Claudia Sheinbaum nos están jugando el dedo en la boca y están saqueando al país, y todavía con tal cinismo se creen merecedores del honor de seguir escalando cargos públicos para desde ahí seguir empobreciendo a la nación. ¿Hasta cuándo?