Esténtor Político
A la morenista Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la CDMX, no le será suficiente ni le bastará que sea la elegida de ‘El Mesías’ para que logre convencer a la población de que será le mejor candidata, entre los morenistas, para el 2024; y menos sucederá así cuando su forma de gobernar a la gran metrópoli sigue siendo arbitraria, de oídos sordos y de ignorar completamente a los más desprotegidos y necesitados de la capital, tal y como ha sido con al menos 200 familias de las colonias La Habana, San José y Ejido de Tlaltenco, de Tláhuac, quienes se manifestaron el sábado 14 de agosto porque fueron inundadas con aguas negras y está en riesgo su salud y han perdido su patrimonio.
Y es que la CDMX que pretendía ser ejemplo de buen gobierno por parte de Morena, está siendo un desastre político porque los gobernantes de color guinda nomás no dan una. Por ejemplo, el Consejo de Evaluación del Desarrollo Social de la Ciudad de México (Evalúa) ha dicho que el 52.5% de la población (cinco de cada 10 personas) de la capital padece pobreza; incluso, los datos advierten que tres de cada 10 adultos mayores viven en esa condición y que el caso de la niñez el promedio es de siete de cada 10. ¿Qué no Claudia Sheinbaum también, cada vez que puede, grita a los cuatro vientos que en su gobierno primero están los pobres?; ¡vaya falsedad y demagogia que tanto han criticado a los gobiernos anteriores!
La doctora Araceli Damián González, titular de Evalúa, ha enfatizado que la CDMX mantiene una alta concentración del ingreso disponible en la población de más altos ingresos; y según el organismo arroja que la población en situación de pobreza es del 33% y se clasifica en pobreza moderada, y que cerca de 20% vive en pobreza extrema, porcentaje equivalente a 1.7 millones de capitalinos, y de este total 12.5% está en condiciones de pobreza alta y 7.1% en muy alta; justo en estos grupos es donde se ubican las familias de la alcaldía de Tláhuac que no sólo son ignorados por su gobierno local sino también por la jefa de Gobierno.
La CDMX no es sólo la avenida Paseo de la Reforma bien arreglada, o el Castillo de Chapultepec, o el repudiado distractor más reciente de AMLO con la maqueta del Templo Mayor en el Zócalo; no, en las alcaldías de la CDMX la gente sufre los estragos de la miseria, la marginación y el abandono de sus autoridades. Aquí, en la gran urbe de México, las principales carencias de la población son vivienda (49.2%), seguridad social (43.3%), adecuación sanitaria, que comprende agua, drenaje, excusado, (40.5%), educación (27.2%) y salud (26.7%). En la CDMX el 40% de la población más pobre tiene menos de 10% del ingreso disponible en la ciudad, en tanto que el 10% más rico, la mitad. ¡Válgame Dios!, dijo el gran amigo Sancho, en El Quijote.
Entre 200 y 300 familias de Tláhuac son las más afectadas por la terrible inundación porque los gobiernos, de la alcaldía y el del gobierno central a cargo de Claudia Sheinbaum, ignoraron la viejísima petición de los habitantes de desazolvar y dar mantenimiento al drenaje. Con la anegación de aguas negras y residuales se han presentado graves afectaciones a la salud de las familias que perdieron todo: ropa, zapatos, camas, enseres de cocina, roperos, sillas, estufas, mesas; que como siempre, con mucha dificultad podrán recuperar porque son familias de muy bajos recursos económicos y que apenas van logrando sobrevivir en estos días tan complicados por la pandemia del COVID-19.
El sábado 14 de agosto una comisión de habitantes, con las respectivas medidas sanitarias, no tuvieron otra opción que ir a las oficinas de la morenista Claudia Sheinbaum y exigir atención inmediata para que se envíe un vactor para desazolvar y recibir algunos apoyos económicos; nadie de la autoridad de la Cuarta Transformación los atendió, los pobres siguen siendo ignorados y con altos riesgos de ser apaleados por denunciar al mal gobierno morenista. Como no fueron escuchados el sábado y las familias temen por brotes de enfermedades generadas por las aguas negras, hoy lunes 16 de agosto, realizan una cadena humana de protesta en la explanada de Bellas Artes, ojalá y alguien del gobierno de la Ciudad se digne a atender a las familias damnificadas.
A parte del Consejo de Evaluación del Desarrollo Social de la Ciudad de México, los datos que ha presentando el Coneval en recientes días sobre la Medición de pobreza 2020, también reflejan el grado de abandono y olvido. Sumando la pobreza y pobreza extrema tenemos que un 52.4% capitalinos en esta situación, 3.1 puntos porcentuales más que en el 2018; la población vulnerable por carencias sociales es de 23.7% en donde destaca por su alto porcentaje el acceso a los servicios de salud con un 28.2%, contra un 16.2 del 2018.
Claudia Sheinbaum tiene toda una lista de errores, de malas decisiones de gobierno y otras que ha ignorado por completo. Por ejemplo, aún le pesa la tragedia del sismo de 2017 cuando ella era alcaldesa en Tlalpan donde perdieron la vida 19 niños y siete adultos en el Colegio Rébsamen. Otro aspecto muy criticado fue que al llegar al poder de la capital detuvo más de 100 obras porque según había sospechas de que existía corrupción; alrededor de unos 10 millones de dólares de inversión se perdieron por esta mala decisión.
Y también, con el ejemplo de su jefe de Palacio Nacional, echó abajo programas de sus antecesores que algún beneficio llevaban en favor de los habitantes más abandonados; así pasó con ‘Médico en tu casa’, un programa que enviaba a personal de salud a zonas muy pobres y apartadas de Tláhuac, Tlalpan, Iztapalapa, entre otras alcaldías, que no tienen acceso a servicios médicos, programa que incluso había recibido reconocimiento de países como Panamá, España, Francia o Ucrania; pero como era un programa emblema de Miguel Mancera, Sheinbaum decidió desaparecerlo.
A Claudia Sheinbaum, ya es vox populi, le quedó grande el puesto, aunque su obediencia y sumisión a lo que diga AMLO es incomparable; obediencia que ha llevado a la CDMX a un desastre con la pandemia del COVID-19 donde hay al menos 37 mil casos activos y las defunciones ya suman alrededor de 47 mil personas; y aunque durante varias semanas los contagios se han incrementado más allá de las cifras oficiales, ella y su jefe han decidido que el semáforo sea amarillo, volviéndose cómplices de más contagios y más muertes por la pandemia.
Claudia Sheinbaum no habla con nadie si no es de su círculo de favoritos; no se reúne con los capitalinos y menos los recibe cuando se trata de hacerle alguna petición como lo han hecho los habitantes de las colonias La Habana, San José y Ejido de Tlaltenco. La jefa de Gobierno, que se hace llamar honesta, atenta y de un bueno gobierno, permite la corrupción como sucedió en la Línea 12 que dejó lamentables daños materiales y sobre todo humanos.
Pronto Claudia Sheinbaum va a llegar a la mitad de su gestión pero será sin ningún logro y sí con muchos errores; además, todo parece indicar que los habitantes de Tláhuac, inundados con aguas negras, están dispuestos a seguir denunciando la soberbia y prepotencia gubernamentales. A Claudia Sheinbaum no se le debe olvidar que ‘del plato a la boca se cae la sopa’ y su aspiración por ser la preferida para el 2024 se puede venir abajo. Por el momento querido lector, es todo.