En México se tiran al día poco más de 15 mil toneladas de desechos plásticos –casi 500 millones son botellas de polietilentereftalato (PET)– de los cuales se calcula que entre 15 y 20% provienen de habitantes de ciudades, y el resto de actividades productivas que aumentaron durante la pandemia.
Alethia Vázquez Morillas, investigadora de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), añadió que también existen restos plásticos que se generan en los servicios, actividades económicas y de extracción, aunque no existen cifras claras de cuánto corresponde a cada una de estas categorías.
“Los que más preocupan son los productos de un solo uso como envases y embalajes, pues corresponden a 50% de todos los plásticos generados en el mundo debido a su bajo costo y que se arrojan con facilidad”, refirió.
Esa situación llevó a un grupo de investigadores de la Unidad Azcapotzalco a realizar estudios en la Estación de Transferencia de Azcapotzalco, en junio de 2020, que confirmaron que la pandemia cambió los patrones de consumo y la cantidad de basura plástica.
“Apenas estábamos asimilando los cambios cuando se dio un incremento de productos plásticos como embalajes y plásticos para llevar comida”, añadió.
Además aumentaron aquellos relacionados con la entrega de productos de venta en línea, aunque en los residuos comerciales la proporción de los plásticos es todavía más elevada.
1 kilogramo de basura por persona
La integrante del Área de Investigación de Tecnologías Sustentables del Departamento de Energía también mencionó que en México cada persona genera alrededor de un kilogramo de basura al día, del cual 13% está constituido por desechos plásticos.
Si las cifras se tradujeran a botellas de PET, “al menos estamos desechando cuatro envases por día y el volumen que esto representa implicaría que cada uno de nosotros estaría tirando cerca de cerca de mil 500 botellas al año”.
Y añadió: “Los plásticos han sido el actor favorito de muchas medidas legislativas porque venden bien, pero no se cuenta con marcos regulatorios completos que modifiquen el sistema de gestión, aunado a la falta de participación de la sociedad para empezar a tener una conducta responsable hacia el ambiente”.
La mayoría de las entidades en el país promueven prohibición o eliminación de bolsas de plásticos, popotes, polietileno extendido o PVC en favor de material biocompostable o biodegradable, aunque muchas legislaturas locales carecen de normas efectivas en materia de biodegradación.