Hasta un 16 por ciento de todas las especies en la Tierra podrían calificarse como posibles especies exóticas y, si invaden nuevas regiones, el impacto será difícil de predecir.
Un nuevo estudio muestra que el número de nuevas especies exóticas emergentes, que nunca antes se habían detectado como extrañas, sigue aumentando, lo que plantea un desafío significativo para las intervenciones de bioseguridad en todo el mundo.
Los enfoques para abordar el creciente problema dependen en gran medida del conocimiento de la historia de invasión de especies en otros lugares, dando a las nuevas especies exóticas previamente no registradas una mayor posibilidad de deslizarse a través de los controles fronterizos y eludir la gestión de una respuesta temprana.
Un estudio, dirigido por científicos del Centro de Investigación de Biodiversidad y Clima Senckenberg (BiK-F), en Reino Unido, analizó una base de datos global de 45.984 registros que detalla las primeras invasiones de 16 mil 019 especies exóticas establecidas desde 1500 hasta 2005 para investigar la dinámica de cómo las especies exóticas se diseminan por todo el mundo.
Entre los años 2000 y 2005, una cuarta parte de los registros corresponden a especies que no se habían encontrado anteriormente en ningún lugar como extraterrestres, lo que es una proporción preocupantemente alta. Para las plantas, los mamíferos y los peces, la proporción de nuevas especies exóticas emergentes se ha mantenido constante durante los últimos 150 años, pero el número total de especies exóticas ha aumentado.
Moluscos, insector y otros invertebrados
Los insectos, moluscos y otros invertebrados tienen la mayor proporción de especies exóticas emergentes. Las aves son el único grupo exento de la tendencia, que muestra las proporciones más bajas de especies exóticas emergentes, con una clara disminución notada recientemente.
«Los humanos han estado trasladando especies a nuevos lugares durante miles de años, por lo que podríamos haber esperado que la mayoría de las especies que tienen potencial de convertirse en extrañas ya lo hubieran hecho. En cambio, parece que el grupo de nuevos alienígenas está lejos de estar acabado», explica el profesor Tim Blackburn, de ‘UCL Genetics, Evolution & Environment, and Zoological Society of London’.
Anteriormente, el crecimiento en el número de especies exóticas se ha atribuido en gran medida al incremento de los volúmenes de importación, movilidad humana y degradación de la tierra.
Sin embargo, los modelos estadísticos en este estudio sugieren que la alta proporción de especies exóticas emergentes no puede explicarse únicamente por estos factores y es probable que se deba a la incorporación de nuevas regiones como fuente de posibles especies exóticas. El equipo estimó que, por lo tanto, aún existen muchas especies exóticas potenciales.
«Con las medidas adoptadas para prevenir la introducción y propagación de especies exóticas, ha disminuido la proporción de especies exóticas recién emergidas de fuentes establecidas, como las colonias europeas históricas. Sin embargo, esta disminución se ha visto compensada por las especies exóticas emergentes en otros lugares y es probable que podamos esperar muchas nuevas invasiones que comiencen a aparecer en regiones con economías grandes y en crecimiento», advierte la coautora Ellie Dyer, de ‘UCL Genetics, Evolution & Environment y ZSL’.