Las vacunas Sinovac y Pfizer han perdido efectividad para prevenir el COVID-19 sintomático, pero mantienen su protección para evitar casos graves, lo que refuerza la necesidad de instaurar una tercera dosis.
De acuerdo al nuevo estudio de efectividad del programa de vacunación iniciado por el Ministerio de Salud de Chile -que ha logrado vacunar con dos dosis a alrededor del 65% de su población total-, la efectividad de la vacuna Sinovac, la más usada en el país, cayó al 58.49% para prevenir casos sintomáticos.
En abril, el estudio oficial reportó una efectividad del 67%, mientras que en 26 de junio pasado el Ministerio de Salud indicó que ésta había caído a un rango del 63-64%.
En cuanto a Pfizer, que por ser menos masiva no se había considerado en estudios previos, se reportó una efectividad del 87.69%. Estudios internacionales habían situado anteriormente la eficacia sobre el 90%.
Sin embargo, tanto las vacunas de Sinovac como Pfizer mantienen la protección contra el desarrollo de casos graves de la enfermedad.
“Cae la protección contra la infección de COVID, pero se mantiene la protección contra los desenlaces más importantes”, dijo en rueda de prensa Rafael Araos, asesor del Ministerio de Salud de Chile, al presentar el estudio a seis meses del inicio de la vacunación masiva.
Para Sinivac se registra un 86.02% de efectividad para prevenir la hospitalización; un 89.68% para el ingreso a las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y un 86.38% para fallecimientos.
Para Pfizer se reporta un 97.15% para evitar la hospitalización, un 98.29% para el ingreso a las UCI y un 100% para fallecimientos.