«¿Lo quieres? Encuéntralo», dice un anunció ubicado en la entrada. Así, los potenciales compradores hacen largas colas, esperanzados por hallar algún artículo que les llame la atención y les sea útil.
Desde su inauguración, realizada la semana pasada, una tienda ha desatado la polémica en torno al tema económico.
Se trata de un comercio ubicado en el casco histórico de la capital venezolana, donde se forman largas filas de compradores afanados por entrar a revisar la mercancía.
Se llama «Amazon Depot» y los clientes están dispuestos a pasar hasta dos horas para entrar, mientras esperan a la intemperie. Lo llamativo de la tienda, según coinciden varias de las personas que hacen la fila, es que nadie tiene idea de los productos que se venden.
«¿Lo quieres? Encuéntralo», dice un anunció ubicado en la entrada. Así, los potenciales compradores hacen largas colas, esperanzados por hallar algún artículo que les llame la atención y les sea útil.
El concepto de la tienda es que las personas entren a revisar cajas de productos que nunca fueron retirados de los almacenes centrales de Amazon en EUA y que los dueños de este comercio importan a Caracas.
Xiomara Giménez, una de las compradoras, comenta que duró más de una hora «jurungando», una palabra que en el argot venezolano quiere decir «hurgar».
A ella le pareció una buena opción porque pudo adquirir artículos de marcas reconocidas a precios accesibles. En su caso, dijo, consiguió tres jeans de marca que le costaron 15 dólares cada uno.