Para Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española, el lenguaje inclusivo “afea el idioma de manera insostenible”, según informó ABC.
Muñoz Machado es jurista especializado en derecho administrativo y constitucional, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y director del Diccionario del español jurídico y del Diccionario panhispánico del español jurídico.
Hace unos días realizó una ponencia sobre el lenguaje jurídico y luego, al recibir preguntas, le consultaron por el desdoblamiento de género en el lenguaje.
Fue entonces que Muñoz Machado explicó que “nos hemos acostumbrado” a nuevas fórmulas. “Nadie introduce una conferencia en la actualidad, en un foro como este, sin decir ‘señores y señoras’, que es una manera de desdoblar”.
Ya se tiene un lenguaje inclusivo
Según su mirada, el uso del masculino genérico es ‘inclusivo’ y no hace falta aplicar un tercero género con la vocal ‘e’.
“Si realmente alguna de esas fórmulas se repite tanto que se convierte en lenguaje ordinario de una mayoría de los españoles tendrá éxito y se incorporará a nuestro lenguaje ordinario, claro que sí. Todos y todas, por ejemplo, está teniendo bastante progresión”, comentó.
Y añadió: “Si todos nos empeñáramos otras, otros y ‘otres’, si todos utilizáramos padre, madre y ‘adre’, al final esas palabras prosperarán y se incorporarán al lenguaje”.
Para la doctora en Letras, Karina Galperín, hay una “sobreactuación contra el lenguaje inclusivo” que resulta “esperable porque es una disputa entre generaciones”. En una entrevista con Infobae Cultura sostuvo que “los lenguajes no son machistas o feministas, sino que expresan relaciones y registran el mundo tal como existe, por eso le estamos pidiendo a la lengua una precisión que incluya la distinción”.
En diciembre del año pasado, la RAE ya había dejado en claro cuál era su posición sobre el lenguaje inclusivo: “El uso de la letra ‘e’ como supuesta marca de género inclusivo es ajeno a la morfología del español; además de innecesario, pues el masculino gramatical (‘chicos’) ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género”.