Un estudio reveló que 98.7% de los adultos mayores vacunadas contra el COVID-19 han desarrollado anticuerpos tres meses después de la segunda dosis con la vacuna de Pfizer.
Asimismo, un 13% desarrollaron otro tipo de inmunidad como los linfocitos T.
Esta investigación es pionera y evidencia una respuesta extraordinaria de las personas mayores frente a la vacuna de Pfizer; esto podría servir para las vacunas basadas en ARNm como la vacuna de Moderna, señaló el director científico del estudio.
“El 99% de los ancianos han desarrollado anticuerpos con la vacuna más utilizada en España siendo una de las tasas más altas descritas hasta el momento”, señaló el experto.
Participaron 881 personas mayores que recibieron la vacuna de Pfizer, a los cuales se les hizo un test rápido de detección de anticuerpos en una mediana de 3 meses después de la segunda dosis, explicaron los investigadores.
Por otra parte, se han encuestado aproximadamente a cinco mil 500 personas que fueron vacunadas, entre el 19 de abril y el 6 de junio, para conocer los efectos secundarios de las vacunas.
El 70% de las personas afirmaron que no han tenido efectos secundarios o han sido muy leves desapareciendo antes de una semana.
El efecto secundario más común entre los encuestados es molestia en el brazo luego de recibir la dosis.
Pero el 90% aseguraron que luego de una semana no presentaban la misma dolencia. El otro síntoma frecuente es el malestar general o cansancio, un 46.7% señaló padecer este efecto secundario.
Según un experto, estos síntomas son habituales e indican que el organismo está respondiendo a la vacuna, la cual genera protección.