La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró como pandemia mundial al COVID-19, pues se han identificado 118 mil casos en 114 países y se tienen el reporte de cuatro mil 291 personas fallecidas.
La OMS advirtió que denominarla de esta manera no significa que se deba tomar como una derrota global, por lo que el mal uso de esta denominación podría generar miedo irracional. Durante la rueda de prensa, de las máximas autoridades del organismo, reiteraron que la lucha continúa.
Llamaron a los países a tomar medidas para controlar los contagios con estrategias urgentes y agresivas, pues en caso de aumentar el número de pacientes infectados podría implicar un duro ataque a los sistemas de salud de aquellos que tienen o tengan pacientes identificados.
El director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que denominar pandemia a esta enfermedad no cambiará las medidas recomendadas para que el mundo la enfrente, y aconsejó la contención como el mayor pilar para evitar contagios.
Este es el primer coronavirus que es calificado como pandemia, pero la OMS asegura que es la primera pandemia que se controla mientras es identificada como tal, ya que algunos países han podido regular el crecimiento y el número de muertes por esta enfermedad.
Tedros Adhanom recordó que de los 118 mil casos, el 90% se encuentran en cuatro países y en dos de ellos, China y Corea del Sur, se han reducido los números de contagios.
El informe publicado por la organización asegura que 81 países no tienen ningún caso hasta el momento y 57 tienen menos de 10 casos, por lo que invitaron a estas naciones a evitar que crezcan sus números y a controlar de raíz la enfermedad.
“Es responsabilidad de los países localizar a los posibles pacientes, hacerles las pruebas correspondientes y, en caso de resultar positivos, se deberá aislar a los pacientes e identificar a los posibles casos y evitar los contagios masivos”, apuntó Adhanom Ghebreyesus.
De igual manera, agradecieron las medidas que se han tomado en Irán, Italia y Corea del Sur para combatir la enfermedad y controlar el aumento de la pandemia.
Recordaron a los países que sus obligaciones son estar seguros si sus hospitales, centros de salud y sistemas sean capaces de identificar los casos de esta enfermedad y realizar un correcto combate.
De igual manera remarcaron que los países deben mantener el balance entre la protección a la salud, los problemas en los cambios sociales por la presencia de la enfermedad, controlar las medidas económicas y respetar los derechos humanos.
Advirtieron que esta no es una lucha exclusiva del sector salud, pues perturba a toda la sociedad y su desarrollo, por lo que invitan a toda la población a involucrarse en la prevención del COVID-19.