El Ministerio de Salud de Nueva Zelanda informó de dos nuevos casos de Covid-19, luego de una racha de 25 días sin contagios.
Se trata de dos mujeres de entre 30 y 40 años, miembros de la misma familia, que llegaron recientemente al país desde Reino Unido a través de Australia. Una de ellas presentó síntomas leves, la otra es asintomática.
“Un nuevo caso es algo que esperábamos no obtener, pero también es algo que habíamos esperado y planeado”, dijo el Dr. Ashley Bloomfield, director General de Salud.
Ambas mujeres llegaron juntas a Nueva Zelanda el pasado 7 de junio, se quedaron en un hotel de aislamiento y “por motivos compasivos” se les permitió salir para viajar a Wellington en un vehículo privado el 13 de junio para despedir a un familiar con una enfermedad terminal en Wellington, a 650 kilómetros de la capital, Auckland, señaló el Ministerio de Salud.
Ninguna de las dos fue sometida a un test del coronavirus antes de abandonar el hotel en compañía de un familiar que vino a recogerlas en coche. Cuando llegaron a Wellington, su pariente había fallecido ya. Allí se sometieron finalmente a un test y las dos dieron positivo.
Vinculan más de 300 personas que tuvieron contacto con ellas
Tras dar positivo, el personal de salud pública local comenzó a hacer pruebas y a aislar a todos aquellos que pudieron haber estado en riesgo de exposición al virus. En este caso, un miembro adicional de la familia.
Las autoridades sanitarias estiman que en el viaje de Londres a Auckland -vía Qatar y Brisbane- y durante su estancia en Nueva Zelanda, las dos mujeres tuvieron “contacto cercano” con 320 personas, incluidos los pasajeros del vuelo de Air New Zealand en el que llegaron.
Usando el sistema de rastreo y pruebas entre la población, que tan efectivo resultó ser en los momentos críticos de la pandemia, las autoridades confían en aislar los posibles nuevos casos y evitar un rebrote.
“Los contactos potenciales incluyen a personas en el mismo vuelo desde Brisbane (Australia) y personas que están o han estado en la misma instalación de aislamiento administrada, incluido el personal” , señalaron las autoridades sanitarias.
Por su parte, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, decidió poner en manos militares el protocolo de entrada y control de las cuarentenas para evitar la propagación del coronavirus.
“Algo así no debería ocurrir y no puede volver a repetirse” , advirtió Ardern, en el momento de confirmar el nombramiento del contralmirante Darryn «Digny» Webb como el nuevo jefe de “protocolo de llegada ” al país y en dar indicaciones para el uso de la logística militar para reforzar la implantación y el control de los visitantes al país.
Cabe recordar que Jacinda Ardern proclamó hace una semana la “victoria” sobre el coronavirus en el país, tras 24 días sin un nuevo caso.
“No podemos permitir que todo lo que hemos ganado se pierda por no cumplir con los procesos” , advirtió la primera ministra.