Beijing aumentó el nivel de respuesta a emergencias ante el rebrote de COVID-19, detectado en el mercado Xinfadi, por lo que ordenó cerrar todas las escuelas.
La subsecretaria general del gobierno municipal pequinés, Chen Bei, anunció en rueda de prensa que la ciudad pasa del tercer al segundo nivel de emergencia, con lo que, entre otras medidas, las comunidades de vecinos volverán a comprobar la identidad y el estado de salud de los residentes y a tomarles la temperatura.
Asimismo, se suspenden todas las clases presenciales en educación primaria, secundaria y superior.
Además, se aconseja a los residentes trabajar desde el domicilio, mientras que las comunidades en áreas de riesgo ‘alto’ -por ejemplo, con casos confirmados- quedarán selladas y no se permitirá que nadie salga de ellas.
También se cerrarán los mercados subterráneos, mientras que bibliotecas, museos y parques abrirán durante un tiempo limitado y con un aforo de 30 por ciento.
Igualmente se suspenden los vuelos interprovinciales y quedan prohibidos los viajes en grupo transprovinciales,
“La situación en Pekín sigue siendo grave”, anunció Chen.
La funcionaria añadió que las personas que residen en áreas en riesgo ‘medio-alto’ y el personal relacionado con el mercado mayorista de Xinfadi, donde se originó este brote, tienen prohibido abandonar Beijing por el momento.
Detalló que quiera salir de la ciudad deberán presentar una prueba de coronavirus negativa en la semana previa a su partida.
Por último, la funcionaria aseguró que las nuevas medidas no implican que se detenga el trabajo o la producción, aunque aconsejó a los residentes que trabajen desde casa e incidió en que deben usar siempre mascarillas en lugares cerrados.