Con motivo del 10 de mayo dedicado al Día de las Madres, el líder del Movimiento Antorchista Nacional, Aquiles Córdova Morán, afirmó que la familia tradicional en el modelo neoliberal ya caducó y debe reemplazarse por uno nuevo, en una sociedad realmente humana y humanitaria, regida por un gobierno de todos y para todos, que se haga cargo de la educación de los hijos y de la alimentación; la salud y la seguridad de los ancianos, enfermos y discapacitados, para no dejarlos en el desamparo total al incorporarse la madre de familia al trabajo productivo.
Al hacer un análisis sobre el papel de la mujer en la familia, el líder social señaló que, a diferencia de otras efemérides, ésta es, quizá, la más merecida y provoca los sentimientos más auténticos de cariño, ternura y agradecimiento en el corazón de hijos e hijas al festejarles.
Sin embargo, las duras realidades de la vida no pueden suprimirse ni olvidarse voluntariamente ni siquiera en tal fecha, pues el modelo económico actual, dominado por la empresa privada y la producción de mercancías a base del trabajo asalariado, separa a los seres humanos en poseedores y desposeídos, entre ellos las madres mexicanas.
En medio de esas dos clases fundamentales, hay sectores de empleadas y empleados que ganan salarios superiores al del obrero medio y ocultan, con ello, el agudo contraste con se abre con respecto a quienes tiene una situación económica más desahogada.
«Están diferenciadas por su nivel de vida y por todas las consecuencias de carácter social que acarrean la pobreza y la riqueza en los seres humanos”; pidió entender esta desigualdad no como un problema moral o de conciencia, sino de raíces económicas.
Resaltó cómo desde la decisión misma de crear un día especial para festejar a las madres, hasta los sentidos homenajes y poesías en su honor tuvieron y tienen en mente un modelo “clásico” de madre, es decir, aquella al frente del hogar y de los hijos, aunque la mayoría de las mujeres de hoy (y quizá de siempre) esa clase de existencia ya no les resulta atractiva, pues el peso del trabajo y los problemas domésticos obliga ver en ello no un ideal y se busquen otras áreas donde canalizar su genio y sensibilidad creadoras.
“El 10 de mayo se va quedando poco a poco sin su heroína principal, se va quedando cada vez más vacía de contenido, y me temo que tal vez no dure ya mucho tiempo. Al menos no como la conocemos hoy” dijo sobre el profundo y legítimo deseo de libertad de la mujer de desempeñarse en otras áreas, aunque acotó los riesgos de ello, pues la independencia y la superación de la mujer no pueden alcanzarse con un simple cambio, la prisión doméstica por la de una oficina, una fábrica o una tienda de autoservicio, acaso solo un avance en su independencia económica, nada más.
Contrastó cómo todos los y las feministas, trátese de personas u organismos, oficiales o de la sociedad civil, pronuncian el mismo discurso de la lucha por la equidad de género, con argumentos incompletos, acotó Córdova Morán.
Pues “dan como hecho a la liberación femenina como sinónimo de mujer que trabaja al servicio de una empresa y bajo las órdenes de un patrón, aunque el salario nunca esté calculado de acuerdo con sus necesidades, sino con las utilidades del negocio” indicó.
Esta campaña, precisó el luchador social, es muy similar a la utilizada por el sistema capitalista para separar a los campesinos de su tierra y al artesano de su taller, para quitarles cualquier obstáculo y pasaran a ser obreros asalariados al servicio del capitalismo, bajo esas ansias de “libertad”.
Ahora, busca incorporar a las mujeres al proceso de generación de la riqueza, pues la empresa privada urge de mano de obra más segura, sumisa y barata que la de los obreros varones; “y esa mina de oro es el trabajo de la mujer”, pero tiene como obstáculo el trabajo doméstico en la atención de niños, ancianos y el hogar, actividad que “esclaviza a las mujeres y trunca sus posibilidades de mejoramiento económico y espiritual, lo cual tampoco es justo ni defendible”.
El líder del Movimiento Antorchista Nacional llamó llamó al pueblo mexicano a forjar el nuevo modelo de familia que no surgirá jamás en el seno del neoliberalismo, la forma de capitalismo más rapaz que hemos conocido hasta hoy, por ello se debe dar una lucha de gran alcance, de padres, hijos y madres, que permita la verdadera liberación de la mujer, algo que no es una simple aspiración como lo demuestra su experiencia personal en las filas del antorchismo, donde militó su madre, Margarita Morán Véliz, “una mujer del pueblo, nunca le faltó el valor ni la firme decisión de entregar su propia vida y la de sus hijos a la causa de los pobres de México” finalizó.