Tras cuatro meses consecutivos de reducción de contagios en México, la pandemia de COVID-19 vuelve a repuntar en varias zonas del país, lo que ha encendido las alarmas ante una posible y temida tercera ola pese al avance en la vacunación.
Con 231 mil 800 decesos y casi 2.5 millones de contagios oficiales, México es el cuarto país del mundo con más muertos, por detrás de Estados Unidos, Brasil y la India, pero respiraba con cierta tranquilidad hasta ahora.
Las autoridades sanitarias detectaron durante la última semana un aumento promedio del 9% en la transmisión del virus, y prevén cerrar esta semana con un incremento mayor al 15%, rompiendo definitivamente la racha de descenso de la enfermedad.
El repunte de COVID-19 comenzó semanas atrás en los estados de Yucatán, Quintana Roo y Baja California Sur, con apenas restricciones para el turismo internacional; pero ya se ha extendido en otras regiones como Sonora, Sinaloa, Tabasco y Tamaulipas.
Sin alarmismos en Palacio Nacional
A pesar de los datos, el presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó la situación durante su rueda de prensa matutina en el Palacio Nacional.
“Ahora que hay un repunte en varios estados, los revisamos. Hay en el caso de Sonora un repunte de contagios, pero vamos a decir, no alarmante y todavía no se refleja en el número de fallecidos”, aseveró.
Tampoco dio mayor importancia a los casos trascendidos en la prensa de algunos fallecidos con al menos una dosis de la vacuna, pues consideró que es un asunto “prácticamente inexistente”.
En la víspera, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, estimó que México cerrará la semana con un incremento de entre el 15 % y el 18 % de contagios.
“Esto podría representar un cambio en la tendencia de la epidemia o podría no representarlo”, expresó López-Gatell, quien hace solo dos semanas suspendió definitivamente sus ruedas de prensa diarias sobre COVID-19 al considerar estabilizada la situación.
El responsable sanitario evitó hablar de tercera ola e hizo un llamado a la ciudadanía a “seguir observando las medidas de precaución”, como evitar congregaciones en espacios públicos.
México sufrió un primer pico de contagios de COVID-19 en julio del año pasado y luego descendieron para dispararse aceleradamente en enero de 2021, cuando el Coronavirus puso en jaque a muchos hospitales del país, sobre todo en la capital.
Ahora, Quintana Roo, que alberga a Cancún, y Baja California Sur, en el Pacífico, ya registran mayores contagios diarios que en el pico de enero.
¿Tercera ola?
“Una nueva oleada pudiera ser, pero la realidad es que no tenemos capacidad de predecirlo. Sencillamente lo claro es que sin medidas suficientes de control sí vamos a tener un repunte importante”, advirtió a EFE el consultor de salud Xavier Tello.
Tello consideró que a raíz de los mensajes optimistas del gobierno ante el ritmo de vacunación “la gente piensa que la pandemia va de bajada y estamos venciendo la pandemia, pero eso no es correcto”.
Desde el pasado diciembre, el país ha administrado 40.7 millones de vacunas de distintos laboratorios, mientras 17 de sus 126 millones de habitantes han completado su esquema de vacunación.
El plan de vacunación contempla por ahora a los mayores de 40 años de todo el país, personal médico, maestros y embarazadas, además de toda la población adulta del estado de Baja California como parte de un plan piloto para reabrir la frontera con Estados Unidos.
Con cerca del 30% de población adulta vacunada , el consultor consideró que la vacunación todavía es insuficiente para frenar la pandemia y por ahora sólo cabe esperar a que haya “menos muertos de ancianos”, pues la mayoría completaron ya su inmunización.
Desconcierto en la CDMX
El desconcierto por los repuntes se ha reflejado de una forma muy evidente en la CDMX, que había sido foco rojo de la pandemia durante meses.
Autoridades capitalinas anunciaron el pasado viernes 18 de junio que la ciudad permanecería una semana más en color verde, la fase de menor riesgo de contagios; sin embargo, horas después el Gobierno Federal la contradijo y elevó el riesgo de la megalópolis al semáforo amarillo, de riesgo medio.
El cambio de fase impactó directamente a las familias porque se cerraron las escuelas que apenas habían reabierto el 7 de junio tras más de un año clausurados.
Ante la confusión, el gobierno capitalino informó que el cambio de fase se debió tan solo a la variación de un punto en el indicador que calcula el semáforo.
Pero no se ahorró críticas de quienes creen que el efímero semáforo verde fue una medida electoral por los comicios intermedios de hace dos semanas.
Con información de EFE