El incremento en las atribuciones de la Guardia Nacional, la meta de llegar a 150 mil elementos el próximo año, así como el aumento de su presupuesto en un 17.7% son claras evidencias de la profunda militarización que vive el país, sin precedentes en la historia moderna de México.
En conferencia de prensa virtual, el Observatorio de la Guardia Nacional. indicó que esta nueva etapa de militarización pone en claro que el Gobierno Federal pretende apartar a las fuerzas armadas de sus responsabilidades constitucionales.
De igual forma, anunció la ampliación de su espectro de análisis para abarcar el conjunto de acciones, programas, proyectos y responsabilidades que se acumulan en las fuerzas armadas. Pasará, por tanto, a llamarse “Observatorio de la Guardia Nacional y la Militarización en México”, y estará conformado por organizaciones sociales, activistas, periodistas, académicos y ciudadanos.
El organismo señaló que las tareas principales serán reunir, ordenar, clasificar, analizar y alertar sobre los peligros asociados a esta militarización sin precedentes. Acordaron, asimismo, insistir en propuestas para fortalecer las opciones civiles de seguridad.
Durante el encuentro digital, el organismo expuso el panorama que vive el país ante el militarismo; impuesto desde el poder y que responde a un proyecto político.
Al respecto, María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, organización coordinadora de este esfuerzo colectivo, indicó que “no tiene sentido enfrentar los problemas de criminalidad y violencia con despliegues militares. Hay que enfrentarlos con acciones eficaces de prevención, que atiendan circunstancias que favorecen la violencia; y con cuerpos de policía que, a nivel federal y local, desarrollen permanentemente capacidades de investigación e inteligencia; también deben tener una cultura de proximidad social”.
Creación de la Guardia Nacional
Contrario al discurso de pacificación y a las promesas de campaña, el Gobierno Federal ha profundizado la acción de las fuerzas armadas en seguridad pública, particularmente a través de la Guardia Nacional, una corporación esencialmente castrense. Esta definición quedó oficialmente ratificada mediante el reciente acuerdo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con el cual asume un pleno control operativo de la Guardia.
La militarización de la Guardia Nacional viola el texto constitucional; y la participación de las Fuerzas Armadas en seguridad pública no cumple con imperativos nacionales e internacionales; esta participación debe ser: extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria. Al no cumplirse con ninguno de estos requisitos, ya se otorgó un amparo a la organización México Unido contra la Delincuencia.
Exceso de atribuciones. En paralelo a la militarización de la seguridad pública, el Gobierno Federal les asigna a las Fuerzas Armadas responsabilidades y proyectos que corresponden a la esfera civil; estas son las funciones de policía migratoria, de control y operación de aduanas y puertos, construcción de obras, así como apoyo a programas de distribución de recursos a grupos sociales.