Con motivo del regreso a clases presenciales, las organizaciones de la sociedad civil El Poder del Consumidor, Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) y Salud Crítica pidieron a la Secretaría de Educación Pública (SEP) que se cumpla con las prohibiciones establecidas para la venta de alimentos y bebidas azucaradas dentro y fuera de las escuelas.
Asimismo, pidieron que se acompañe la iniciativa de reforma a la Ley General de Educación en materia de entornos saludables con el objetivo de garantizar espacios seguros a las niñas y niños en edad escolar.
Las organizaciones sostuvieron que se suma más de una década de simulación en la materia, siendo que, desde el 2010 existe una regulación de alimentos y bebidas permitidos y no permitidos en las escuelas; pero por falta de voluntad política y problemas de diseño no se han aplicado, por lo que, en la práctica son inexistentes.
De acuerdo a resultados de la plataforma Mi Escuela Saludable, que surgió como iniciativa de El Poder del Consumidor y la Redim como un espacio para recabar las observaciones de padres y madres de familia sobre las escuelas de sus hijos e hijas, se ha identificado que más de 97% de los colegios no cumplen con los lineamientos y, a pesar de eso, ninguna ha sido sancionada, como se estableció desde 2014.
¿Cuánto consumen de azúcar los niños en las escuelas?
Aunado a ello, un estudio reciente comprobó que, durante un día de jornada escolar, niñas y niños consumen más de 550 calorías provenientes de productos chatarra y bebidas azucaradas.
Estas calorías extras son suficientes para que niñas y niños aumenten varios kilogramos en cada ciclo escolar.
Dos reportes anteriores del Instituto Nacional de Salud Pública registraron el consumo de una cantidad similar de calorías al día por alumno. La situación, que calificaron como inaceptable, propicia trastornos metabólicos, como obesidad y diabetes; además de déficit de atención e hiperactividad que provocan daños profundos en el aprendizaje y la salud.
A lo anterior se suma el hecho de que las escuelas se han convertido en generadoras de grandes cantidades de basura plástica.
Al respecto, Liliana Bahena, coordinadora de la Campaña Escuela Saludable, declaró que “niñas y niños consumen en un sólo día en la escuela más de 550 calorías a través de productos chatarra, es inadmisible que espacios de formación como las escuelas sean parte del problema de salud y del deterioro del medio ambiente”.
“Desde hace más de una década que no se cumple con la regulación de alimentos permitidos y no permitidos en las escuelas, violando los derechos de la infancia. Han pasado cuatro años de la administración actual y la Secretaría de Educación Pública continúa con la omisión de acciones, situación que atenta contra la salud, el aprendizaje y los derechos de la niñez”, dijo..
Prohibir la venta de comida chatarra por regreso a clases
Por su parte, Doré Castillo, directora de Salud Crítica, mencionó que aunque la nueva Ley General de Educación se publicó recientemente, al día de hoy tiene carencias y ya no responde a la realidad en salud y alimentación que viven las escuelas en México.
Por lo anterior, pidieron a la SEP presentar la actualización y dar cumplimiento a los Lineamientos Generales para el Expendio y Distribución de Alimentos y Bebidas Preparados y Procesados en las Escuelas del Sistema Educativo Nacional, con el que se prohíbe la venta, dentro y fuera de las escuelas, de alimentos y bebidas de bajo valor nutrimental y con exceso de azúcar, grasa y sodio, así como la publicidad de los mismos.
Además de acompañar y apoyar la iniciativa de reforma a la Ley General de Educación en materia de entornos escolares saludables que fue presentada en la Cámara de Diputados; y cumplir y dar seguimiento al acuerdo SEP y Semarnat, en el que se establecen acciones para crear escuelas saludables y sustentables a nivel nacional, que eviten la generación de basura plástica.