La Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular la polémica reforma al Poder Judicial, que busca que todos los jueces y magistrados sean electos por voto popular.
En una sesión maratónica, en la que los legisladores se vieron obligados a reunirse en la Sala de Armas de La Magdalena Mixhuca luego de que manifestantes bloquearan la entrada a San Lázaro, se aprobó la medida constitucional con 359 votos a favor y 135 en contra. Ahora esta reforma se discutirá en los senado y, de abalarse, iría a los congresos locales.
Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, acusa de corrupción a los jueces del sistema judicial actual y quiere que todo el Poder Judicial del país, unos siete mil jueces, sean elegidos mediante voto popular.
Los detractores dicen que los cambios constitucionales supondrían un duro golpe para la independencia del Poder Judicial, y se preguntan cómo podrían llevarse a cabo unas elecciones tan masivas sin que cárteles de la droga y delincuentes presenten a sus propios candidatos.
La atención se centra ahora en el senado, donde a Morena le falta un escaño para alcanzar la mayoría de dos tercios, pero podría conseguir el apoyo de algún senador de la oposición. El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Prodh) instó al Senado a rechazar la medida, afirmando que “afecta a la vida democrática, pone en riesgo los derechos humanos e incumple obligaciones internacionales de México”.
Opositores a la reforma al Poder Judicial, sin fundamento moral
López Obrador dijo que los que se oponen “no tienen fundamento moral porque es de dominio público, la mayoría de los mexicanos sabe que impera la corrupción en el poder judicial”.
Desde hace tiempo el mandatario ha arremetido contra las cortes que bloquearon algunos de sus proyectos de construcción y medidas políticas porque iban en contra de normas constitucionales y jurídicas. López Obrador se ha comprometido durante meses a aprobar una serie de medidas como la reforma judicial, al igual que una propuesta para eliminar casi todos los organismos independientes de supervisión y regulación.
Los críticos afirman que la medida devastará el sistema de contrapesos de México.
“Que se inaugure un muro de la vergüenza que diga que hoy comenzó la caída de la República. Y debería tener la fecha y todas las caras de los diputados de Morena”, gritó Paulina Rubio Fernández, diputada del PAN, antes de la votación.
Alejandro Moreno, líder del PRI, prometió que los miembros del partido votarían en contra de esta propuesta en el senado, como hicieron en la Cámara de Diputados.
Bajo el sistema actual, los jueces y los secretarios judiciales, que actúan como asistentes de los jueces, acceden poco a poco a los puestos superiores en función de su historial. Pero con los cambios propuestos, cualquier abogado con una certificación mínima podría presentarse, y algunas candidaturas se decidirían sacando nombres al azar.
Crítica internacional
Voces en el país y en el extranjero dicen que los nuevos cambios podrían suponer un revés en los intentos por sanear los tribunales.
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, dijo que “hay muchísima preocupación”, y destacó que la reforma “puede traer muchísimo daño en la relación (bilateral); esto no sólo lo digo yo”. Salazar ha señalado la elección de jueces como su principal reparo a la reforma, señalando que afectaría negativamente a la inversión y a la economía mexicana.
López Obrador dijo la semana pasada que ha puesto “en pausa” las relaciones con las embajadas de Estados Unidos y Canadá luego de que ambas naciones expresaron inquietudes sobre la reforma al poder judicial.
La presidenta electa Claudia Sheinbaum volvió a defender la reforma y publicó en la red social X que “no afecta ni nuestras relaciones comerciales, ni las inversiones privadas nacionales, ni extranjeras. Por el contrario, habrá más y mejor estado de Derecho y más democracia para todas y todos”.
“Si los jueces, magistrados y ministros se eligen por el pueblo, ¿dónde está el autoritarismo?”, añadió.
Con información de AP