Del 25 de julio al 4 de agosto, el huracán Hanna generó más de 800 millones de metros cúbicos (Mm3) de lluvia en la Cuenca Río Bravo, lo cual permitirá garantizar el abastecimiento de agua potable a la zona metropolitana de Monterrey, en Nuevo León, durante un año, informó el Organismo de Cuenca Río Bravo (OCRB), de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El OCRB señaló que, de esa lluvia, las presas La Boca, Cerro Prieto y El Cuchilllo captaron 369 Mm3, lo que supera los 350 Mm3 de aguas superficiales que consume la región anualmente.
Aunque una parte de la lluvia generada por Hanna se infiltró de manera natural al acuífero, otra se almacenó en esos tres embalses, que son las principales obras de captación para el abastecimiento de agua potable del área metropolitana de Monterey, detalló el organismo.
Explicó que para satisfacer la demanda de agua potable de dicha región, además del agua superficial, se requieren aproximadamente 155 Mm3 de aguas subterráneas, las cuales son extraídas principalmente de pozos profundos.
Una vez que se dieron a conocer los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), de la Conagua, sobre la trayectoria del ciclón Hanna y sus posibles efectos en el noreste de México, la dependencia, en coordinación con Protección Civil nacional y estatal, movilizó personal de la Brigada de Protección a la Infraestructura y Atención de Emergencias (PIAE), así como equipo especializado del Centro Regional de Atención de Emergencias (CRAE) de Saltillo, Coahuila, y del CRAE de Reynosa, Tamaulipas.
Lo anterior permitió apoyar a la población con el bombeo del agua anegada en oficinas públicas —como el almacén regional del Instituto Mexicano del Seguro Social— y algunos pasos a desnivel, así como en el restablecimiento de los servicios públicos y el tránsito vehicular.