Las autoridades de Ecatepec y la zona oriente del Estado de México exigieron la intervención inmediata de la gobernadora Delfina Gómez y del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, para combatir a los distintos grupos criminales que se dedican al robo de las pipas que trasladan gas LP, que después es vendido a las llamadas ‘gaseras clandestinas’.
Un informe detallado que realizaron las autoridades municipales de aquella región del Estado de México, estableció que son 10 los grupos criminales que se dedican a este negocio ilícito; La Chokiza, Los Uber´s, Los Vampis, Los Makiavelicos, los (ZN) o Zona Norte, Los Michoacanos, Los Catalinos, Los Rodolfos -que también han instalado gaseras clandestinas en la CDMX- la Nueva Alianza y Los Paleta.
“Es un tema que rebasa al municipio, la alcaldesa Azucena Cisneros, trata de hacer lo que está en sus posibilidades pero estamos hablando ya de crimen organizado. Ella clausura 30 gaseras y salen 60 más, sabemos que hay amenazas e intimidaciones porque es un negocio millonario que afecta a las empresas legalmente establecidas y no solo eso, tambiçen pone en riesgo a la población, se siguen registrando explosiones en las gaseras clandestinas”, expuso Fernando Avendaño, administrador de una estación legalmente establecida en Ecatepec.

Cooperación entre autoridades para terminar con las gaseras
Añadió que de ahí la importancia de que las autoridades estatales y federales entren a este tema.
“Lo hemos denunciado también, es un tema de Protección Civil estatal, pero el titular de esa dependencia Adrián Hernandes Romero, debe estar coludido o al menos su personal, porque todo pasa en sus narices, de hecho no participaron en las clausuras que hizo la alcaldesa, ahí se ve el nivel de corrupción que tienen”, expuso.
El informe, también ya entregado a la administración de Delfina Gomez, detalla que el ‘Cártel de Gaschicoleo’ se han expandido de manera exponencial en lugares como Chimalhuacán, Los Reyes La Paz, San Vicente Chicoloapan, Ixtapaluca y Chalco, ya que es la entrada del combustible robado que viene de Puebla; en ese mismo trayecto instalan retenes ilegales donde se roban el combustible, para luego surtir a las más de 300 gaseras clandestinas en toda esa región.