El tramo 5 del Tren Maya (Playa del Carmen-Tulum) es viable ambientalmente; y frente a la tendencia de deterioro que ya registra la Península de Yucatán, contribuirá a reordenar el entorno con medidas de mitigación y acciones de conservación y protección del medio ambiente.
Lo anterior se dio a conocer en la reunión pública de información sobre la ‘Manifestación de Impacto Ambiental, modalidad regional del proyecto Tren Maya, tramo 5 Sur’ (MIA), en la que se detalló que la obra prevé mitigar posibles impactos con programas de conservación de suelos, aire y agua; además de vigilancia ambiental, reubicación de flora y fauna, y medidas derivadas de estudios geotécnicos e hidrológicos, principalmente.
En la reunión, convocada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que se realizó en completo orden en el ejido Jacinto Pat, de Tulum, personal de distintas dependencias dieron respuesta a 70 preguntas de las y los asistentes.
El gerente de Obras de Fonatur, Efraín Olivares Lira, explicó que la MIA se sustenta en estudios realizados a profundidad, entre ellos, diversas investigaciones geotécnicas sobre las incidencias de karsticidad en el trazo del tramo 5 Sur, de las que se derivan distintas soluciones para lograr una obra que conviva de manera armónica con el subsuelo.
Detalló que, tras la definición de la estructura y la detección de cavidades, se hace un mapeo y un diseño adecuado para cada caso específico, según la caracterización del suelo, y se determina su capacidad de soporte, así como si existe o no la necesidad de algún tipo especial de ingeniería.
¿Cuánto mide el tramo 5 del Tren Maya?
El investigador Rafael Villegas Patraca, precisó que el trazo del tramo 5 Sur consta de 67.67 kilómetros y las principales zonas urbanas por las que correrá son Playa del Carmen; Puerto Aventuras; Akumal y Tulum e incluye dos estaciones, una base de mantenimiento, 20 pasos vehiculares y 30 pasos de fauna.
Abundó que, para este diagnóstico, el Sistema Ambiental Regional (SAR) se amplió a un polígono de mil 891 kilómetros cuadrados en los que se analizaron relieve, roca, clima, suelos, usos de suelo y vegetación, entre otros elementos.
Indicó que la MIA consideró, además, la vinculación del trazo con otras políticas públicas nacionales e instrumentos internacionales de los que México forma parte sin que exista contraposición del proyecto Tren Maya.
Entre ellos, mencionó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático; el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información; la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe conocido como Acuerdo de Escazú; y la Declaración Americana Sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.