Tras darse a conocer los resultados del informe de la Oxfam -la ONG más reconocida en temas de desigualdad- que han encendido las alarmas debido al acelerado crecimiento de la pobreza y la desigualdad en el mundo a causa de la pandemia de COVID-19, el líder nacional del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán, coincidió en que éstos fenómenos alcanzan niveles de tragedia y representan riesgos a la estabilidad social, ante los niveles de concentración de la riqueza actuales, y la privación, incluso, de los medios de vida de las mayorías.
Por lo anterior llamó a formar un movimiento organizado, como única salida, para luchar por un modelo redistributivo de la riqueza social y enfrentar problemas como la crisis sanitaria y económica imperante.
Tras una copiosa evidencia derivada del informe de la Oxfam -organismo al que reconoció poner de relieve la causa fundamental del gran incremento de la desigualdad- y otros documentos periodísticos que dan cuenta sobre la dimensión de ambos fenómenos, el líder social afirmó que este descontrolado aumento obedece a que se concentra la riqueza cada vez más y por el otro lado, al crecimiento del desempleo, que alcanza niveles no vistos recientemente.
Al ser de escala planetaria, Córdova Morán indicó que se abre la posibilidad de que los “pueblos del mundo se den cuenta de que todos son víctimas, no de la pandemia, sino de la sociedad capitalista y los gobiernos que la dirigen y representan”.
Para ejemplificar las brechas que se abren, citó a la Osfam, “desde el inicio de la pandemia, la fortuna de los 10 hombres más ricos del mundo ha aumentado en medio billón de dólares (es decir en 500 mil millones de dólares), una cifra que financiaría con creces una vacuna universal para el COVID-19 y que garantizaría que nadie cayese en la pobreza como resultado de la pandemia”, dijo, mientras que se desató “la peor crisis laboral en más de 90 años, y cientos de millones de personas se encuentran subempleados o sin trabajo” aseveró en su video mensaje semanal.
Desigualdad
En cuanto a las perspectivas de la recuperación de la pandemia, afirmó, citando el mismo documento, en tan sólo nueve meses, las mil mayores fortunas del mundo no sólo recuperaron sus pérdidas económicas, sino que siguen acumulando, en tanto que las personas en mayor situación de pobreza podrían requerir hasta una década y media, para volver al nivel previo a la aparición del COVID-19.
“Los pobres tardarán un total de 126 meses o 10 años y medio, para recuperar el nivel de ingresos que tenían antes de la pandemia. Si es que llegan vivos a esa fecha” indicó sobre la base de los hallazgos de Oxfam.
Destacó que la desigualdad también está cobrando vidas, tras exponer la vulnerabilidad de grupos minoritarios para sobrevivir al mortal virus, tal como ocurre en países como Brasil, España, Francia, India, Inglaterra, entre otros. Esto, aunado a los efectos del COVID-19 como el cierre masivo de empresas hasta la pérdida total de ingresos de quienes se auto emplean o trabajan por su cuenta, lo que revela cómo “en cualquier parte del mundo son los pobres los que están llevando la peor parte en la pandemia”.
Citó al prestigiado medio alemán Deusche Welle, acerca del temor a las consecuencias de un continuo distanciamiento entre ricos y pobres, llegó al Foro Mundial de Davos, Suiza -celebrado este año de manera virtual-, que, en su Informe de Riesgos Mundiales, se advierte que “los perdedores de la pandemia”, entre ellos, jóvenes, “están perdiendo la confianza en las instituciones económicas y políticas actuales”.
La pobreza no llegó con la pandemia
La conclusión, resaltó Córdova Morán, coincide con Oxfam sobre que “la pobreza y la desigualdad no llegaron con la pandemia; es decir, no son causa, sino que ya presentaban perfiles agudos y, solo es responsable de su incremento acelerado”, traducido en millones de personas sin acceso a servicios de salud, seguridad social y pobreza laboral en países de renta baja y renta media, como México.
Abundó que exponentes de las Naciones Unidas como António Guterres, cuando habla sobre el frágil esqueleto de las sociedades construidas, falacias y falsedades de los “mercados libres”, refuerzan esta explicación.
“La pobreza y la desigualdad nacen de la entraña capitalista, del neoliberalismo impuesto casi a la fuerza a la mayoría de los países”, aspecto en el que insiste OXFAM cuando afirma que “esta desigualdad tan extrema se materializa incluso antes de la pandemia miles, miles de personas ya vivían en una situación límite, para hacer frente a la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19” dijo.
Expuso que su movimiento difiere sobre los caminos para vencer la inequidad existente. Sostuvo que si bien Oxfam se inclina por una reforma redistributiva, el líder social, con la organización de más 46 años de lucha en México, asegura que debe ser resultado de un movimiento organizado; que ponga en pie a las víctimas de la desigualdad, tal como han sostenido teóricos de la talla de Carlos Marx, cuyas lecciones deben tomarse en serio; tal como han señalado intelectuales contemporáneos entre ellos, Eric Hobsbaum.
Llamó a los mexicanos a buscar una distribución más sensata de la riqueza social, para lo cual resulta indispensable tomar la tarea de organizar y educar a las víctimas de la pobreza y la desigualdad, como única vía para alcanzar esta meta. “solo la poderosa fuerza que nace de una fuerza social que nade de la unión en un solo haz de los miles de voluntades, inteligencias y energías populares dispersas en toda la superficie del país” y enfrentar, así, problemas como la emergencia sanitaria que ocupa al mundo entero.