El presidente Andrés Manuel López Obrador negó que haya ‘una ruptura’ con España; sin embargo, su propuesta de ‘pausa’ en las relaciones ha creado una nueva confusión diplomática y comercial con el país europeo, el segundo mayor inversor extranjero en México.
El mandatario no aclaró en qué consistirá la ‘pausa’, pero argumentó que se debe a que el “poder político” de España ha apoyado a empresas que “abusaron de México”, entre las que enunció a Iberdrola, Repsol y OHL porque, según él, eran ‘favoritas’ de los gobiernos anteriores.
“No hablé de ruptura. No. Dije ‘vamos a serenar la relación’, que ya no se esté pensando de que se va a saquear a México impunemente, ya eso pasó, es una falta de respeto. Deberían de ofrecer hasta disculpas», expresó.
Tras las primeras declaraciones, el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, pidió ‘preguntar al presidente (López) Obrador qué ha querido decir’ y argumentó que hay “una asociación estratégica que va más allá de declaraciones verbales súbitas”.
El presidente de México ha creado incertidumbre porque “no existe en el derecho diplomático ni en el derecho internacional la figura de pausar las relaciones diplomáticas”, explicó a EFE la internacionalista Arlene Ramírez Uresti.
“Las declaraciones del presidente (López) Obrador podrían traer consecuencias para México, desde sanciones económicas hasta que el gobierno español marcara o pidiera el término de las relaciones diplomáticas”, advirtió.
España es el segundo inversor extranjero en México con 76 mil millones de dólares al cierre del tercer trimestre de 2021, el 12% de la inversión extranjera directa (IED); y seis mil 500 empresas, según datos de la Cámara Española de Comercio (Camescom).
Roce innesecario
Pese a su informalidad, las declaraciones del presidente “generan un roce innecesario” con España y “sí puede haber” consecuencias en la inversión, consideró Iliana Rodríguez Santibáñez, abogada e internacionalista del Tecnológico de Monterrey.
“Va a tomar tiempo saber cuál es el impacto de esta pausa. Mientras no se traduzca en hechos reales, no podríamos determinar estas consecuencias, pero sin duda sí manda una señal a todas las empresas”, indicó.
El gobierno español, en un comunicado oficial, rechazó ‘tajantemente’ las afirmaciones del presidente López Obrador, al tiempo que expresó su deseo de que las relaciones bilaterales se basen “en el respeto mutuo” y “sin este tipo de manifestaciones”.
El ministro José Manuel Albares, que se encuentra en Bruselas en un encuentro de la Comisión Europea, ratificó el mensaje del comunicado, al tiempo que calificó de ‘injustificadas’ las declaraciones del mandatario mexicano.
Con información de EFE