La posibilidad de que Novak Djokovic busque este año un décimo título del Abierto de Australia quedó en el limbo el jueves 6 de enero por la madrugada, cuando las autoridades fronterizas de este país le negaron la entrada y le cancelaron la visa.
Las autoridades tomaron la medida al considerar que el astro serbio incumplió con los requisitos para obtener una exención médica que le permitiera ingresar en el país sin demostrar que se había vacunado completamente contra el COVID-19.
Djokovic, el número uno del escalafón mundial, aterrizó en Australia el miércoles 5 de enero por la noche, luego de recibir la exención médica por parte del gobierno del estado de Victoria.
Ese salvoconducto lo libraba de los severos requisitos de vacunación que se han implementado para el Abierto de Australia, el primer major del año, que comienza el 17 de enero.
Sin embargo, las autoridades fronterizas no aceptaron la exención. La Fuerza Fronteriza Australiana emitió un comunicado en el cual indicó que Djokovic no había cumplido los requisitos de ingreso.
El ministro de salud Greg Hunt dijo que la cancelación de la visa siguió a la revisión de los documentos de Djokovic por parte de los funcionarios fronterizos, quienes analizaron “la integridad y evidencia detrás” de la exención.
El presidente de Serbia criticó el trato dado a su compatriota, quien permaneció detenido durante la noche en el Aeropuerto Tullamarine de Melbourne.
Djokovic, 20 veces monarca de torneos del Grand Slam, tuvo que esperar durante más de ocho horas en la terminal aérea para saber si se le admitía en el país oceánico.
Scott Morrison, primer ministro de Australia, dijo que nadie está por encima de las reglas.
“La visa del señor Djokovic se ha cancelado. Las reglas son las reglas, especialmente en lo que se refiere a nuestras fronteras”, escribió Morrison en Twitter. “Nadie está por encima de estas reglas. Nuestras firmes políticas fronterizas han sido cruciales para que Australia tenga uno de los menores índices de mortalidad del mundo a raíz del COVID. Seguiremos vigilantes”.
Hunt dijo que Djokovic estaba en su derecho de apelar la decisión.
“Pero si una visa se cancela, la persona tiene que abandonar el país”, advirtió.
Medios australianos informaron que el equipo de Djokovic había solicitado el tipo equivocado de visa para una persona con exención médica.
Con dicha exención, Djokovic esperaba jugar el Abierto de Australia, sin importar su estatus de vacunación contra el COVID-19. En el pasado, el deportista se había pronunciado contra las vacunas, y luego se ha negado a reconocer si recibió alguna inoculación contra el coronavirus.
El padre de Djokovic, Srdjan, dijo al portal de internet B92 que su hijo fue retenido “en una habitación donde nadie más podía entrar” en el aeropuerto, bajo la vigilancia de dos policías.
La participación de Djokovic en el Abierto de Australia se había convertido en un tema político candente. Muchos australianos se mostraron furiosos ante el otorgamiento de la exención para que el deportista entrara en el país.
En tanto, el presidente serbio Aleksandar Vucic dijo en Instagram que había hablado con Djokovic mientras estaba retenido en el aeropuerto. Añadió que las autoridades serbias estaban tomando medidas “de modo que el hostigamiento contra el mejor tenista del mundo parara a la brevedad”.
Con información de AP