Durante el partido correspondiente a la Jornada tres de la Ligue 1 de Francia, entre Niza y Olympique de Marsella, el duelo fue interrumpido debido a una invasión de campo de algunos aficionados locales.
Los hechos ocurrieron al minuto 75 cuando el jugador del Marsella, Dimitri Payet devolvió a la tribuna de aficionados del Niza una de las botellas de plástico que le lanzaban cada vez que sacaba un tiro de esquina.
Además, los jugadores del Marsella Álvaro González y Mattéo Guendouzi también encararon a la afición. Su respuesta generó que al menos 50 aficionados de Niza saltaran a la cancha con la intención de golpearlos.
La seguridad trató de detener a los individuos, pero algunos sí lograron entrar al terreno de juego para querer golpear a los jugadores del Marsella.
Más violencia
Afortunadamente, la situación se apaciguó y poco los aficionados regresaron a sus lugares. Pero cuando parecía que todo se normalizaba, del otro lado de la cancha Jorge Sampaoli, entrenador del Marsella, desencadenó otro episodio de violencia.
Si bien no está claro aún qué fue lo que hizo enfurecer al entrenador argentino, las cámaras de la televisión captaron el momento en el que sus propios jugadores lo estaban separando de un tumulto que él había provocado.
El técnico intentó pelear contra un miembro del staff del Niza y terminó vociferando insultos. Allí se desataron golpes entre hombres de seguridad y suplentes del Marsella, pero en ese momento Sampaoli aprovechó para marcharse rumbo al vestuario y escapar de una posible agresión.
Unos micrófonos captaron el momento en el que gritaba “hay que tomar decisiones”, mientras señalaba a un grupo de dirigentes, enfurecido por el maltrato que su equipo recibió por pare de la parcialidad local.
El árbitro decidió enviar a los 22 jugadores a los vestidores y el juego, que marchaba 1-0 para el Niza, se suspendió, pues Luan Peres, Guendouzi y Payet del Marsella sufrieron heridas leves, motivo por el cual el plantel decidió no volver a salir para disputar lo que restaba, aunque la policía aseguró que había garantías para continuar. Por su parte, los jugadores el Niza sí regresaron al campo, en un gesto poco solidario con sus adversarios.
Ahora la Ligue 1 deberá decidir qué hacer: si decreta al Niza como el ganador del cotejo o si le otorga el 3-0 al Olympique por el escándalo que se vivió por el comportamiento salvaje de la parcialidad local