Gran polémica causó la actitud del jeque de Qatar en la ceremonia de premiación del Mundial de Clubes, pues ignoró y no saludó a las mujeres árbitro; sin embargo, la cultura y religión de aquel país les prohibe hacerlo.
Durante la ceremonia de premiación, Hamad bin Khalifa Al-Thani, hermano del Emir de Qatar, quien fue el que negoció que el país fuera designado sede del mundial de 2022, chocó el puño con todos los jugadores y miembros del cuerpo arbitral que pasaron frente a él, pero cuando llegó el turno de las brasileñas Edina Alves y Neuza Back, que actuaron como cuarto árbitro y asistente en la final, simplemente las ignoró.
Lo anterior generó reacciones de rechazo en redes sociales, principalmente de feministas, quienes tacharon esta acción como machista y misógina.
“Ah machitos! Cómo les cuesta evolucionar! Reconociendo el derecho de las mujeres”, precisó la comentarista Georgina González.
En Qatar el Islam es la religión que más se profesa y no sólo es una religión, sino una forma de vida.
El Islam es una religión monoteísta, su supremo Dios es Alá. A la personas que profesan el Islam se les llama musulmanes. A su templo se le llama mezquita y su libro sagrado es el Corán.
En este libro se señalan, entre otras cosas que no es permisible para el musulmán tocar el rostro o las manos de la mujer ajena a su familia. Es decir, que, de acuerdo a su religión, el jaque de Qatar actuó de una manera apropiada.
Ana González, especialista en economía y negocios en países árabes, precisó que las mujeres occidentales que quieran saludar a un hombre musulmán deben esperar a ver si él les tiende la mano, de lo contrario no podrán saludarlo.