Al comienzo, Saskia Niño de Rivera estaba emocionada por ir a Qatar para un Mundial que marcaría un evento profesional significativo para su pareja, una agente deportiva de futbolistas mexicanos.
Incluso, Niño de Rivera llegó a contemplar la posibilidad de proponerle matrimonio a su novia ahí durante un partido, y de publicar las fotos una vez que ambas salieran del país.
Pero a medida que esta pareja lésbica supo más de las leyes contra las relaciones entre personas del mismo sexo en este país conservador del Golfo Pérsico, los planes dejaron de parecer una buena idea.
En vez de ello, Niño de Rivera hizo la proposición en un estadio de Ámsterdam a mediados de este año y optó por ausentarse absolutamente del Mundial.
“Como lesbiana, es realmente duro para mí sentir y pensar que iríamos a un país donde no sabemos lo que puede pasar ni cómo podríamos estar seguras”, dijo. “Fue una decisión realmente difícil”.
Las preocupaciones de Niño de Rivera son compartidas por muchos aficionados LGBT+ y por sus aliados en todo el mundo. Algunos contemplan si asistirán al torneo o si lo mirarán siquiera por televisión.
Las leyes qataríes sobre relaciones homosexuales y el trato a las personas LGBT+ se constituyen como puntos delicados en la antesala del primer Mundial que se llevará a cabo en Medio Oriente y en un país árabe o musulmán.
El gobierno de Qatar afirma que todos son bienvenidos, incluidos los aficionados LGBT+, pero enfatiza que los visitantes deben respetar la cultura de la nación, donde las muestras públicas de cariño por parte de cualquiera suelen causar reacciones de rechazo.
Homosexualidad, ‘daño mental’
En momentos en que el país enfrenta críticas por varios problemas, el emir Tamim bin Hamad al Thani, consideró recientemente que Qatar “ha sido sujeto a una campaña sin precedente que ningún país sede ha enfrentado jamás”.
Un embajador del Mundial en Qatar ha descrito sin embargo la homosexualidad como “daño mental” en una entrevista con la televisora pública alemana ZDF.
Transmitidos esta semana, los comentarios del exseleccionado qatarí Jalid Salman pusieron de manifiesto las preocupaciones sobre el trato del país a los gays y lesbianas.
Algunos activistas están aprovechando el momento para llamar la atención con un mayor sentido de urgencia, sobre las condiciones de los ciudadanos y residentes LGBT+ en Qatar. Expresan preocupaciones sobre el trato que estas personas podrían recibir una vez que el torneo termine y la atención internacional deje de estar sobre el país.
Estigmatización y discriminación
Rasha Younes, investigadora de derechos LGBT+ en Medio Oriente y el norte de África para Human Rights Watch, dijo que, si bien los funcionarios qataríes han ofrecido algunas garantías para los aficionados de la comunidad, la posibilidad de estigmatización y discriminación persistirá en asuntos de vivienda, acceso a servicios de salud y seguridad para reportar casos de violencia sexual.
Argumentó que, simultáneamente, “las sugerencias de que Qatar debería hacer una excepción para los extranjeros representan recordatorios implícitos de que las autoridades qataríes no creen que sus residentes LGBT merezcan derechos fundamentales o existan”.
Younes dijo que su organización está preocupada por las condiciones de la gente LGBT+, incluso después del torneo.
La legislación qatarí contempla penas de prisión de uno a tres años a una persona por “instigar” o “alentar” a un hombre a cometer “un acto de sodomía”, al igual por “instigar o seducir a un hombre o mujer de cualquier manera para cometer actos ilegales o inmorales”.
En la antesala al Mundial, las fuerzas de seguridad de Qatar han sido acusadas de maltrato a personas de la comunidad LGBT+. En un comunicado, el gobierno qatarí ha negado esas denuncias: “Qatar no tolera la discriminación contra nadie, y nuestras políticas y procedimientos se basan en un compromiso con los derechos humanos para todos”, resaltó el funcionario.
Qatar se queja por críticas hacia ellos
Al acercarse el Mundial, las autoridades de Qatar se han expresado con una mayor frustración, advirtiendo que los logros y avances del país son subestimados y que las críticas despiertan preguntas sobre los verdaderos motivas tras ellas.
“Qatar cree con firemez en el poder que tiene el deporte para unir a la gente y construir puntos para un mejor entendimiento cultural”, dijo el gobierno de Qatar al responder por escrito a un cuestionario de The Associated Press. “El Mundial puede cambiar percepciones equipos, y queremos que los aficionados regresen a casa con una mejor idea de nuestro país, cultura y religión. Creemos que este torneo … podrá demostrar que gente de diversas nacionales, religiones y entornos tienen más cosas en común de lo que se piensa”.
El comunicado añadió que Qatar es un país de “cálida hospitalidad” y que seguirá garantizando la seguridad de todos “sin importar los antecedentes”.
La FIFA instó recientemente a las selecciones que competirán en el Mundial que se enfoquen en el futbol y no entrar en batallas ideológicas o políticas. Los dirigentes del ente rector no precisaron temas específicos en el exhorto, lo cual irritó a los activistas de derechos humanos.
Con información de AP