Este 9 de octubre a las 7:00 horas, un actuario y elementos de la Guardia Nacional intentaron cumplir una orden de desalojo en el Estadio de León para entregárselo a su nuevo dueño: Roberto Zermeño; sin embargo, un grupo de aficionados lo impidió.
Aficionados del León irrumpieron de forma violenta al estadio del club para evitar que sus nuevos propietarios tomaran posesión del inmueble, y con ello mantener la esperanza de que el equipo siga jugando ahí.
Los aficionados colocaron sus automóviles para impedir que se cumpliera el desalojo, y lograron su cometido, pues la entrega no pudo concluirse por la falta de garantías de seguridad para llevarla a cabo.
Al respecto, el presidente del León, Jesús Martínez, comentó, a través de sus redes sociales, que el equipo es de la gente.
“Nuestra gente y nuestra afición, son las que han dado vida al León. Este equipo es del pueblo, y el estadio es su casa. En el León, somos de nuestra gente. La llevamos en el alma”, añadió en otro tweet.
Ahora, el juez tercero de distrito tendrá que acordar con ambas partes una nueva fecha para llevar a cabo la entrega física del inmueble, mientras que la pregunta que los aficionados se hacen es dónde jugará ahora el León, que recibirá el 19 de octubre al América en el partido más esperado de la jornada 14 del apertura.
Para aclarar las dudas, Roberto Zermeño informó en una carta que el equipo sí jugará la fecha 14 en el estadio y lo hará de manera gratuita, de igual forma dejó claro que la directiva ni siquiera pagaba el predial del inmueble.
“Es decir, sin cobro alguno de renta por nuestra parte y en reciprocidad les pedimos dejar ingresar a la afición también de manera gratuita en caso de que nuestra autoridades de salubridad ya lo permitan, con estas acción demostramos nuestro indudable compromiso con la afición y con el equipo”, refiere la carta.
La histórica vida del estadio
El estadio, antes llamado Nou Camp, fue inaugurado en 1967 con un partido amistoso entre el River Plate de Amadeo Carrizo y el Santos de Pelé. Ha sido sede de dos mundiales, México 70 y México 86, su capacidad ronda los 30 mil espectadores y es la casa del León, líder del torneo Apertura 2020.
En 2000 este estadio fue entregado a un fideicomiso administrado por el Ayuntamiento de León y Roberto Zermeño Vargas, en ese entonces propietario del León.
La duración de dicho fideicomiso era de 10 años, pero en 2007 el Ayuntamiento decidió extinguirlo de manera anticipada al considerar que ya no tenía razón de ser. Esto dio pie a que en 2011 Roberto Zermeño Reyes, hijo de Zermeño Vargas, y el empresario Héctor González interpusieran una demanda mercantil para que el Estadio pasara a ser suyo.
Tras varios años de litigio y sentencias, en 2019 un juez federal concedió la propiedad del estadio a la asociación Club Social y Deportivo León, encabezada por Zermeño y González.
A partir de esa situación, ambos obtuvieron la propiedad jurídica del inmueble, pero la posesión física la tiene el Club León.
Por ello, un juez federal había estableció como fecha el 9 de octubre para que se llevara a cabo la entrega física del estadio, lo cual molestó a muchos aficionados que ven a Zermeño y González como oportunistas que quieren quitarle a la ciudad algo que no es de ellos.