El Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM) recomendó no reiniciar operaciones en el tramo elevado, ni subterráneo, de la Línea 12 del Metro hasta que se realice una revisión detallada y, en su caso, se obtenga el informe de vulnerabilidades correspondiente.
Lo anterior pone en duda la apertura del tramo subterráneo en el corto plazo, como pretendía el gobierno de la CDMX.
“El Colegio no recomienda abrir hasta que no se lleven a cabo los estudios pendientes, lo cual limita la apertura del túnel”, reconoció el secretario de Obras y Servicios de la capital, Jesús Esteva, quien recibió el primero de los tres informes del CICM sobre las condiciones que guarda la infraestructura de la Línea 12, excepto la zona siniestrada el pasado 3 de mayo, cuando perdieron la vida 26 pasajeros.
Eso no es todo, pues el Colegio también recomendó reforzar y complementar las conclusiones del estudio con la información de los peritajes, nacional e internacional, de la Zona Cero u otros estudios que se realicen.
Asimismo, iniciar la elaboración de un proyecto de reforzamiento y rehabilitación que solucione las deficiencias identificadas, así como las vulnerabilidades que requieren atención inmediata, de acuerdo con el ingeniero Bernardo Gómez González, coordinador del Comité Técnico de Seguridad Estructural.
Afectaciones
El ingeniero reveló que en el 68% de los tramos, únicamente se vieron deficiencias o afectaciones grado ‘C’, es decir, que son situaciones comunes que simplemente requieren la actuación de mantenimiento rutinario.
Sin embargo, en el 32% restante se encontraron afectaciones grado ‘B’, lo cual no implica en sí mismo que los tramos sean de riesgo alto y que, por lo mismo, debieran de salir de operación, sino que nos van señalando situaciones, vulnerabilidades, patologías, daños o deficiencias que deben de ser analizadas con mayor detalle.
Las anteriores se refieren a hallazgos como soldaduras al centro del claro (práctica de construcción cuestionable); separación insuficiente de vigas entre ellas y respecto a los cabezales; fisuras en columnas; en trabes y cabezales; elementos de apoyo deformados o con apoyo parcial (neoprenos); diafragmas colocados deficientemente o inexistentes; así como inconsistencia por atiesadores horizontales en trabes más cortos que en otras zonas.
¿Qué pasa con los trenes?
En tanto, Francisco Suárez Fino, perito en túneles del CICM reveló que el tramo de túnel de la Línea 12 del Metro no presenta daños estructurales ni deformaciones que pongan en riesgo su estabilidad.
Sin embargo, los principales problemas que presenta son debido a filtraciones en tramos bien identificados, que con un adecuado tratamiento, y un eficiente sistema de captación y conducción de agua, se resuelve.
No obstante, en la mesa técnica conformada por el Instituto Mexicano del Transporte (IMT), expertos del Metro, personal del Sindicato Nacional del Metro y de la Secretaría de Obras y Servicios de la CDMX, y otros especialistas del CICM, se determinó no abrir el tramo subterráneo hasta que se repare el tramo colapsado.
Lo anterior por cuestiones operativas y de mantenimiento intensivo que requieren las vías y los trenes de la Línea 12. Este mantenimiento se tiene que realizaren los talleres de Tláhuac para cumplir con los niveles de calidad requeridos para dar seguridad a la operación; es decir, que los trenes podrán ingresar a estos talleres hasta que el tramo colapsado quede listo.
Con información de Proceso