Vecinos de Polanco se manifestaron en contra del Bar Mythos, el cual tiene un proceso de revocación de licencia y es considerado por ellos como “una bomba de tiempo”, debido a que tiene instalaciones eléctricas y de gas en mal estado.
Asimismo, indicaron que en este local se está realizando la construcción de una chimenea de salida de gases contaminantes sin autorización del DRO, la alcaldía y la asamblea, lo que podría afectar y generar un incendio de mayores proporciones en el edificio donde brinda servicio y viven más de 30 familias.
Héctor Galindo, administrador del inmueble ubicado en la calle Newton 7, aseguró que el bar no cuenta con las mínimas medidas de Protección Civil.
Agregó que parte del edificio ya se encuentra con afectaciones, como el cochambre y el humo de los alimentos, lo que transmina entre las paredes, afectando la salud de los habitantes.
“El tablero eléctrico está junto a la cocina de ellos y a los interruptores eléctricos, lo que está generando que entre el cochambre, haya mucho calor ahí y puede provocar un incendio”, aseguró el administrador.
Agregó que no tienen chimeneas ni salidas de emergencia, por lo que quieren instalar un extractor en un muro de servicio, sin la autorización de los habitantes del condominio.
Riesgo para los vecinos de Polanco
Comentó que los dueños del bar han iniciado trabajos que afectan las estructuras e incluso los conductos de gas natural están en la pared donde golpean para diseñar el establecimiento.
“Aquí está el pasillo de servicio, aquí quieren poner precisamente un extractor, pero no han presentado ningún proyecto para realizar el trabajo y no está autorizado por la asamblea, ni por el Gobierno de la Ciudad de México, no hay un perito, no hay un dictamen de un DRO y no está autorizado por los condominios”, puntualizó.
Precisó que dicho antro abrió sus puertas desde la administración del exalcalde, Víctor Hugo Romo, y no cuenta con la licencia de funcionamiento, ya que -aseguró- ha sido revocada.
Destacó que mediante licencias falsas, han operado el establecimiento durante estos años sin que las autoridades revisen o clausuren el lugar, y ha habido varias denuncias ante diferentes instancias.
“Al final del día es un edificio, son 17 pisos en los cuales viven 30 familias y que están en riesgo, han venido (autoridades) pero así como vienen se van”, agregó Galindo.
Indicó que tanto comensales, trabajadores, peatones y familias del edificio corren el riesgo de sufrir un accidente si el bar sigue operando de manera clandestina.