A pesar de los esfuerzos de las autoridades por retirar las vallas ilegales de publicidad, éstas siguen creciendo en tapiales, terrenos baldíos y en obras, sobre todo, en esta temporada electoral, lo que genera invasión del espacio público y contaminación visual, alertaron organizaciones civiles.
Edgar Méndez, presidente de la Asociación Civil Rescatando el Paisaje Urbano, apuntó que sólo el 20% de las vallas publicitarias están en regla en la CDMX, pues cuentan con licencia o permisos para ser colocadas, lo que demuestra que hay problema de ilegalidad en el sector, pues el 80% está fuera de norma y utilizan el periodo electoral para colocar más espacios invasivos.
“Mientras el gobierno de la Ciudad ha destinado gran parte de su sexenio a presionar, a través de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, a los grandes anunciantes para retirar las estructuras publicitarias de azoteas que llevaban años instalados, otras empresas del ramo publicitario como las vallas siguen disfrutando jugosas ganancias por la renta de espacios, que, de acuerdo a información proporcionada por la propia dependencia, están casi en su totalidad ilegales”, indicó.
Recordó que desde diciembre de 2022, la propia Seduvi señaló que sólo había otorgado 32 licencias para instalar vallas en la ciudad, pero las estructuras crecieron en forman indiscriminada.
Jorge Carlos Negrete, presidente de la Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano (FRRPU), precisó que según el catálogo oficial de la Seduvi, que está en su propia página de Internet, sólo hay mil 110 permisos de vallas, pero hay conteos que indican que están colocadas más de cinco mil.
El activista dijo que se observa cómo empresas, a las que se les otorgó acuerdo de viabilidad, lo están exponiendo como si fueran licencias o permisos para colocar en espacios públicos a nivel de calle como pueden ser las vallas.
“Por lo que se podría estimar que pudieran aumentar aproximadamente un 80% los anuncios publicitarios en estos formatos, por lo que en lugar de solucionar el problema de protección civil y de contaminación visual en espectaculares en azoteas, ahora proliferará aún más la contaminación invadiendo el espacio urbano ahora con las vallas”, expuso.
Ganancias millonarias
Datos de la Rescatando el Paisaje Urbano indican que la industria de la publicidad exterior ilegal se convirtió en un negocio redituable en la CDMX, donde sólo el mercado de las vallas publicitarias en la capital del país deja ganancias aproximadamente de 200 millones de pesos al año.
Edgar Méndez aseguró que en la Seduvi debería haber, por lo menos, cinco mil permisos para la colocación de vallas publicitarias de manera legal, pero solo se presentaron 20% de solicitudes, y se estima que por cada espacio público en vías primarias, se pueden colocar hasta ocho anuncios de este tipo.
“Es así que los dueños de vallas, no pagan un sólo peso a las arcas oficiales, dicho en otras palabras, operan sin pagar licencias y tolerados o cuidados por no sabemos que personajes, que solapan su negocio sin contar con los permisos necesarios. Aunque las vallas no estén sobre azoteas, también pueden representar un riesgo para la población si llegan a caerse, sobre todo si no cuentan con un certificado que avale que son seguras, y deben ser retiradas”, expuso el especialista y activista.