La Alcaldía La Magdalena Contreras formó brigadas para que, junto con supervisores del Instituto de Verificación Administrativa de la Ciudad de México, salgan todos los días a visitar tianguis, mercados y establecimientos mercantiles.
El objetivo es que cumplan con las medidas sanitarias y evitar el retroceso al semáforo rojo, por lo que quienes no cumplan serán sujetos a multas o suspensiones temporales y, en caso de reincidir, se les pondrá clausura definitiva, informó la alcaldesa Patricia Ortiz.
“La emergencia sanitaria nos obliga a ser más responsables y solidarios, muchos establecimientos han acatado las recomendaciones de forma voluntaria, como operar al 30% de su capacidad, en un horario limitado y otros decidieron hasta cerrar de forma temporal para reducir los riesgos de contagio en nuestra demarcación, pero algunos, los menos, no han cumplido”, sostuvo.
Y añadió: “Detectamos que algunos establecimientos no cumplen con las medidas de prevención de riesgo de contagio en Avenida San Bernabé, colonia Cuauhtémoc, una de las zonas con mayores contagios y es ahí por ejemplo donde se realizarán más supervisiones”.
También mencionó que, en coordinación con la Agencia de Protección Sanitaria de la CDMX, realizan visitas domiciliarias en forma de Clústers para detectar casos positivos de COVID-19 en zonas donde se han presentado múltiples diagnósticos positivos o se encuentra una gran concentración de personas.
“Cada semana se informará que colonias son de atención prioritaria, donde se restringirán tianguis y comercio en vía pública, así como supervisión de los negocios establecidos que no cumplan con los requisitos sanitarios”, complementó la alcaldesa de La Magdalena Contreras.
Además, para disminuir la curva de contagios de COVID-19, se establecieron supervisiones de los filtros de acceso instalados en el parque ecoturístico Los Dinamos.
Se busca, dijo, que se cumplan las medidas estipuladas por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, como el uso obligatorio de cubrebocas y de gel antibacterial por paseantes y prestadores de servicios, que sólo ingresen un máximo de tres personas por automóvil y tener el 30% de aforo para evitar aglomeraciones que pongan en riesgo a las y los ciudadanos.