En la CDMX, el 50% de las personas que murieron por Covid-19 eran empleados, se dedicaban al hogar o trabajaban en algún mercado o tianguis.
Con un corte al 18 de mayo, hay en la capital del país mil 381 defunciones por este virus. Del total de víctimas mortales: 247 eran empleados, 239 se dedicaban al hogar y 211 trabajaban en un mercado o en tianguis.
La mayoría de los empleados y comerciantes eran hombres (208 y 183, respectivamente) y en contra parte, 215 mujeres que murieron se dedicaban al hogar.
Además, de acuerdo a datos del gobierno capitalino, 186 eran jubilados o pensionados, 21 eran médicos, 12 trabajadores de la salud y nueve enfermeras.
Del total de víctimas, 743 tenían entre 51 y 80 años, aunque también ya se tienen 28 decesos de personas menores de 30 años, según el gobierno capitalino.
El gobierno de la CDMX apoya de diferente manera a los deudos de las personas que fallecieron por este virus. Apoya con los seguros médicos y a los niños que quedaron huérfanos por esta enfermedad, les entregará una ayuda mensual de 900 pesos.
“Unificamos todas estas becas en una sola beca que le llamamos la beca Leona Vicario… entonces, repito, es la beca que se llama Leona Vicario, se concentraron todas las becas que había de familias vulnerables en una sola beca que es un apoyo de alrededor de 900 pesos mensuales, y una de las consideraciones es que algún niño o niñas haya perdido algún familiar, padre, madre o tutor”, comentó la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.
Además, cada una de las empresas en donde laboraban estas personas brinda apoyo económico a los deudos, y algunas personas que murieron contaban con un seguro de vida para proteger a sus familias, aunque esta es una cantidad menor, de acuerdo a la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
Al respecto, Anahí Polo, coordinadora del programa de tanatología en Grupo Gayosso, comentó que las muertes inesperadas o en circunstancias complicadas suelen originar mayores dificultades en la elaboración del duelo, tal y como sucede en esta época de confinamiento por COVID-19.
“Para aminorar la angustia de las personas que no han podido despedirse de un ser querido de manera directa, es recomendable tratar de realizar en casa algún ritual de despedida, así como tratar de compartir y comprender el dolor que ha provocado la pérdida y permitirse expresar libremente las emociones que el duelo genere, como rabia, pena, dolor o culpa”, comentó.
Con información de Publimetro