Quienes contienden por un puesto de elección popular no se deben olvidar que algunas veces se está arriba y otras, desafortunadamente para ellos, abajo; lo digo por quienes tratan mal a la gente en el andar. No olvidemos que la CDMX es plural y democrática, cada quien vota por quien quiere y no están obligados a escucharte si no quieren.
El caso que me parece más peculiar es el de Azcapotzalco con los candidatos a concejales que hacen fórmula con Nancy Núñez, quien lleva de bandera el movimiento feminista y muchos se cuelgan de ella para venderse en las calles.
Pero a ver, zapatero a tu zapato. Si eres candidato a concejal no debes sentirte como si fueras candidato a gobernar la alcaldía; Nancy, date cuenta, porque tus muchachos te dejan mal parada y los 10 pasos que das hacia adelante ellos te echan 15 para atrás.
Para muestra la nefasta actitud de María Teresa Álvarez, o más allá de su actitud, ella misma. La muchachita que va pregonando que es originaria de un pueblo de Azcapotzalco y que, incluso, para fijar esa idea viste con prendas típicas ha tratado con desdén a más de uno.
Tal parece que a la chintolola ya se le olvidó que llegó al equipo de Núñez por cuota y no por méritos propios y que, aunque le pese, le debe mucho a César Olivares, concejal que le dio la oportunidad de crecer en el ámbito del servicio público. El agradecimiento abre puertas, así como ser barbera, nos queda claro.
Señorita Álvarez, bájese del ladrillo, porque dudo que con usted se repita la historia de Nancy, que primero fue concejal, luego diputada y ahora puede contender para gobernar la alcaldía donde usted habita y donde viven muchos de los que ha maltratado.
Pero bueno, ella no es el único caso. Hablemos de Fernando Rosique Jr, y sí, el bebé de papá Rosique tiene su candidatura como pago de Morena por no darle la oportunidad al funcionario de Iztacalco para contender por Azcapotzalco. Pero bueno, era de esperarse, el hombre carece de popularidad y sobre todo de carisma.
Estos de chintololandia se traen toda una revoltura, porque ya verá lector. El hijo de una concejal del Partido del Trabajo en la alcaldía Miguel Hidalgo, consiguió un lugar para su vástago, Blas Hernández, en el equipo de Núñez; esto está peor que una tómbola, todo revuelto y sin pies ni cabeza.
Yo no más les paso el costo, bájense de su ladrillo porque los chingadazos duelen y más cuando lo que se cae es el orgullo y la dignidad.
Úrsula, la de Macondo