Las organizaciones de la sociedad civil Tec-Check y El Poder del Consumidor solicitaron a la Cofepris y a la Profeco respetar el Código Internacional de Comercialización de Leche Materna y cumplir el Reglamento de la Ley General de Salud, en materia de publicidad con relación a las prácticas publicitarias de la leche materna, a través de influencers.
Lo anterior porque, argumentan, una de las principales razones por las que madres deciden abandonar la lactancia materna es la publicidad agresiva a la que están expuestas. Según un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública, las madres con alta exposición a la mercadotecnia de fórmula infantiles tienen 61% menos probabilidad de amamantar exclusivamente a sus bebés durante los primeros seis meses de vida.
Las organizaciones de consumidores documentaron a través de su plataforma #ChatarraInfluencer, cómo la industria de fórmulas infantiles han encontrado en las mamás influencers a promotoras muy eficaces de sus productos. Sirvan de ejemplo, influencers como Mary Gabby Bonilla (@marygabby_bonilla, 166 mil seguidores), Monserrat Gómez (@mongomezmx, 435 mil seguidores) o Mariana Vázquez de León (@marianavdl, 162 mil seguidores) promocionan fórmulas infantiles de las marcas Enfagrow y Nestlé Nan.
A través de historias y posts, decenas de mamás influencers presumen alimentar a sus bebés con fórmulas infantiles, aludiendo a sus supuestos beneficios: vitaminas, prebióticos, proteínas, comodidad o fácil preparación. De esta forma, y aprovechando el rol de crianza que representan frente a sus seguidoras, la industria usa a las mamás influencers como vehículo para desinformar o mal informar a madres y padres sobre la forma más conveniente de alimentar a las y los menores, inducen a prácticas de alimentación que no son sanas y que menoscaban la lactancia materna.
“Desplazar la lactancia materna priva a las madres y a las personas recién nacidas de diferentes beneficios para la salud, entre ellos, nutrientes necesarios para el desarrollo cognitivo y la maduración del sistema inmune de las y los bebés, y la prevención de enfermedades para las madres como el cáncer de mama u ovario. La OMS y Unicef recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y hasta dos años con alimentación complementaria”, precisan.
Asimismo, precisaron que la compra de fórmulas infantiles implica un alto gasto económico para las familias. Las pruebas de riesgos relacionados con desarrollo de alergias, infecciones estomacales, obesidad, cáncer, asma, entro otros, aportadas desde diferentes países fueron las razones por las cuales la Organización Mundial de la Salud, con el apoyo de varios países, incluido México, adoptó en 1981 el Código Internacional para la Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna.
El contenido generado por las mamás influencers sobre fórmulas infantiles incumple el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Publicidad. Este instrumento señala que la publicidad de fórmulas infantiles debe resaltar los beneficios de la leche materna e indicar expresamente que el uso de fórmulas para lactantes se recomienda únicamente por intolerancia del bebé a la leche materna, ausencia de la madre o incapacidad de la madre para dar leche, refirieron las organizaciones.
“Es necesario que las autoridades vigilen y sancionen la publicidad para fórmulas infantiles generada por influencers y las marcas. Hoy en día, mamás influencers venden la confianza de sus seguidoras para sus propios beneficios económicos, y aún peor promocionan productos que traen riesgos para la salud de los bebés y altos costos económicos para las familias en México” menciona, Fiorentina García Miramón, cofundadora de Tec-Check.
La publicidad de fórmulas infantiles comerciales por parte de mamás influentes va en contra de lo establecido en Código Internacional de Sucedáneos de la Leche Materna que intenta proteger las prácticas de lactancia de las agresivas estrategias comerciales. La decisión de amamantar de una madre debería de estar libre del alcance de este tipo influencias y prácticas comerciales, Paulina Magaña El Poder del Consumidor.