Casi 300 mil personas en México murieron por COVID-19 debido a una mala gestión de la epidemia, concluyó la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de COVID-19 en México.
Según los resultados del informe ‘Aprender para no Repetir’, el cual consta de casi 400 páginas, en México se registraron 808 mil 619 muertes en exceso, de las cuales 297 mil 149 se atribuyen a la mala gestión de la epidemia.
Jaime Sepúlveda, coordinador de esta Comisión, indicó que esto significa que cada cuatro de 10 muertes por COVID-19 en México obedecieron a una mala gestión de la pandemia, lo que implicó que por encima de las muertes explicables por fallas estructurales, hubo miles de muertes por fallas en la gestión.
Explicó que como esta Comisión existen otras en el mundo, como en Estados Unidos, Reino Unido, Brasil, y la mayoría son independientes. Aseguró que esta Comisión es apartidista y presentó los resultados de su informe previo a las elecciones, primero porque el 9 de mayo se cumple un año de que se declaró el fin de la emergencia, y porque se busca que, quede quien quede en la Presidencia, retome las recomendaciones para que ante una nueva emergencia no se repitan los errores.
Indicó que para crear la Comisión reclutó a 17 comisionados 10 varones y siete mujeres y para la investigación, entre otras tareas, se realizó medio centenar de entrevistas a funcionarios públicos federales y estatales, miembros del Poder Legislativo; fundaciones, médicos y enfermeras que estuvieron en la primera línea de atención.
“Muchos de los funcionarios federales no contestaron a tres solicitudes de entrevistas, tres invitaciones”, comentó.
Aseguró que Hugo López-Gatell, quien estuvo a cargo de la dirección de la pandemia de COVID-19, no accedió a hablar con la Comisión, aunque se le buscó insistentemente.
El método
De acuerdo con Mariano Sánchez-Talanquer, coordinador de investigación de esta ‘Comisión de la Verdad’, se realizó un modelo estadístico para explicar qué tanto de la mortalidad se atribuye a las condiciones estructurales prepandemia, incluyendo la muy baja inversión en salud; la alta incidencia en enfermedades crónicas; el nivel de desarrollo económico; el alto porcentaje de población en el sector informal de la economía.
“Es decir, factores que estaban dados por la realidad, que los tomadores de decisiones no podían modificar en un corto plazo. Estimamos que entre 37 y 39% de la mortalidad en exceso en México no es atribuible a las condiciones estructurales prepandemia del país, incluyendo el estado de salud de la población; la baja inversión en salud. Si tomamos toda la epidemia, desde el 2020 hasta el fin de la emergencia sanitaria (el 9 de mayo de 2023), ese porcentaje implica que alrededor de 300 mil muertes no son explicables por los factores mencionados”, abundó.
El experto precisó que no se debe restar importancia a las condiciones prepandemia, pues México necesita un plan urgente de atención a las enfermedades crónicas, y de inversión pública en salud.
“Quinientas mil muertes eran las que eran esperables por las condiciones del país. Es un exceso de mortalidad altísimo. La conclusión de esto no es, no importan esos factores. Las desigualdades sociales, la baja inversión en salud, la alta incidencia en enfermedades crónicas es importantísima y debe ser atendida, pero hay también un número de muertes por encima de eso que son atribuibles a las malas decisiones”, expuso.
Explicó que las estimaciones y los escenarios de riesgo usados por el Gobierno Federal para comunicar a la población y para el aprovisionamiento de equipamiento del sistema de salud, fueron proyecciones estadísticas que a pesar de verse superadas en breve tiempo, se volvieron persistentes y no se modificaron.