Esténtor Político
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) deberá entregar al Congreso de la Unión su proyecto de leyes de Ingresos y Egresos de la Federación de 2024 antes del 8 de septiembre, para que los legisladores sepan cómo pretende recaudar impuestos y en qué quiere gastarlos; pero todo indica que su política fiscal será la misma: que estará enfocada a comprar conciencias y votos para que Morena gane las elecciones del año próximo; y que, como los gobiernos anteriores, no resuelva los problemas del país.
Recordemos que el dinero administrado por el Gobierno Federal proviene del cobro de los impuestos Sobre la Renta (ISR) a trabajadores y empresarios, al Valor Agregado (IVA) a consumidores de mercancías y servicios y, entre otros ingresos, del Especial a Productos y Servicios como el transporte y el consumo de energéticos como la electricidad, los combustibles (gasolinas), etc.
Hasta ahora, sobre el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2024 (PEF 2024), únicamente se sabe lo revelado por Erasmo González Robledo, presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, quien informó que el titular del Ejecutivo Federal priorizará en su política social, ‘concluir las obras que fueron iniciadas en este sexenio’… aunque también advirtió que “habrá atención a la salud, a la educación y a la seguridad’.
Por la forma en que el legislador enumeró las asignaciones al gasto público federal para el próximo año, es posible prever, aunque no aclaró los montos, que la administración morenista mantendrá la misma política económica de los cinco años anteriores; y que destinará nuestros impuestos a la compra de votos favorables para los candidatos de su partido y a las obras de relumbrón del Presidente.
Vale la pena recordar que en el PEF 2021 y en el PEF 2022, mientras el incremento de las participaciones federales a los estados fue de 4.7%, el de los programas de apoyo monetario a la población vulnerable fue de 24%; y que el de los proyectos ‘emblemáticos’ de AMLO –Tren Maya, refinería Dos Bocas y Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA)– fue cinco veces mayor al de las 32 entidades federativas.
González Robledo agregó que los ‘recursos para el ejercicio fiscal del próximo año tienen componentes importantes y diferentes a los aprobados en la legislatura pasada…’ ¿A qué se refirió? ¿A que ahora el gobierno morenista sí gastará más en la atención de los muy alarmantes problemas de seguridad, salubridad y educación pública? ¿O solo dejó entrever que habrá más recursos para las entregas de dinero en efectivo y las obras de impacto?
Si en el PEF 2024, se mantienen las mismas prioridades de los cinco años anteriores, en nada mejorará la suerte de los mexicanos, porque los apoyos monetarios están destinados a aumentar el consumo, no a la producción nacional ni a la creación de más empleos, y el número de los ofertados por las obras ‘magnas’ resultó muy limitado.
Además, ningún país ha erradicado la pobreza y la marginación con programas clientelares; hoy, el pueblo de México necesita con urgencia inversiones en infraestructura básica, vivienda, vialidades, etc., algo que ha evadido el gobierno morenista desde que eliminó el Ramo General 33, que se destinaba a obras y servicios urbanos en pueblos y colonias marginadas.
Por ello no resulta aventurado anticipar que el PEF 2024 no distribuirá mejor el gasto público; que el crecimiento de la economía seguirá muy reducido; la inflación se mantendrá alta, especialmente en los productos de la canasta básica; el empleo y los salarios reales se mantendrán en picada; y los servicios urbanos, educación, salud y transporte público en el campo y la ciudad permanecerán como están.
En el PEF 2024 no habrá nada que favorezca a la mayor parte del pueblo, mientras la riqueza generada por éste siga concentrada en unas cuantos manos, situación que se mantendrá así hasta que aquel despierte, se concientice, organice y luche por la defensa de sus derechos fundamentales y acceda a un modo de vida más justo e igualitario. Por el momento, querido lector, es todo.