La decisión de tener mascotas, ya sea un perro o gato o ambos, debe ser una opción meditada y en consenso familiar, pues se trata de un compromiso que podría durar hasta 15 años y conlleva una serie de responsabilidades que se traducen en bienestar y cuidados cuando se les lleva a casa.
El director del Hospital de Pequeñas Especies de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, de la UNAM, Marco Antonio de Paz Campos, indicó que a diario se recibe en consulta la visita de un alto porcentaje de pacientes con problemas de salud o padecimientos que pudieron evitarse o detectarse a tiempo.
Explicó que el término de tenencia responsable significa cumplir con el compromiso que tenemos como propietarios. Es decir, al aceptar y mantenerlos en casa se contrae una serie de obligaciones, entre ellas proporcionarles alimento, albergue y buen trato, además de los cuidados veterinarios indispensables para su bienestar y evitarles sufrimientos a lo largo de su vida o abandonarlos.
Para sensibilizar a la sociedad en este tema, en particular a la población aledaña a la FES Cuautitlán, en el Hospital se estableció el Programa de Servicio Social Tenencia Responsable de Animales de Compañía, impulsado por Marco Antonio de Paz, cuyo propósito es informar y procurar la prevención de enfermedades por medio de la promoción de la vacunación, desparasitación y esterilización oportunas, entre otras acciones.
El universitario refirió que con este proyecto, del cual egresó la primera generación, también se busca evitar algunas situaciones recurrentes, sobre todo, en perros, como atropellamientos, caídas de altura, problemas de salud relacionados con la alimentación, trastornos por un mal entorno y ambientes alterados.
Además, concienciar a sus propietarios sobre algunas conductas que perjudican la salud mental como la humanización de los perros, por ejemplo, que consiste en atribuirles ciertas características que no corresponden a su especie, es decir, obligarlos a comportarse como si tuvieran emociones, actitudes y necesidades que en realidad pertenecen a los humanos, y con ello generar una conmoción en esta especie.
No hay que humanizar a las mascotas
Es común decir que las “hembras deben sentir lo que es ser madres” y por eso los propietarios evaden la esterilización. Esa es una conducta humanizada, ya que no necesitan reproducirse, cruzarlas podría provocar mayor población de perros o gatos, por ejemplo. En México existe un grave problema de sobrepoblación canina feral (callejeros o sin dueño), que podrían transmitir enfermedades zoonóticas a los humanos, a la fauna silvestre y a otros animales domésticos, alertó.
De Paz Campos destacó que la información es el pilar de un dueño responsable para saber distinguir si existe un comportamiento anormal o extraño, y acudir al médico veterinario para una revisión y diagnóstico inicial, lo que permitirá evitar que su estado de salud se complique.
“Es común que los dueños lleven a consulta a sus mascotas cuando su estado de salud es complicado, los trataron con medicamentos de uso humano o con algunos productos herbolarios o de otro tipo; y en ocasiones ya no podemos hacer mucho”, aclaró el universitario.
Los prestadores de servicio social proporcionan información relativa a cómo elegir la mascota adecuada, valorar si se tendrá el tiempo, espacio y la posibilidad de atenderla apropiadamente. También se trata de desalentar la tenencia de mascotas exóticas o prohibidas, “las cuales son adquiridas en mercados o lugares informales generando mucho potencial de riesgo y al final son abandonados”.