Estertor Político
El proyecto de las Universidades del Bienestar del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se han convertido en escuelas patito que en lugar de solucionar la demanda educativa del país solo la han agravado trucando las carreras de miles de estudiantes que creyeron en una esperanza para acceder a una preparación profesional.
Como el efecto que deberían tener estas universidades no se lograría en las zonas urbanas, se apostó por instalarlas en las zonas marginadas: Chiapas, Oaxaca, Puebla, Guerrero y algunas otras entidades. Sin embargo, la falta de recursos dificulta que cualquier estudiante que termine la preparatoria pueda continuar preparándose, y más en esas zonas porque implica gastos económicos y tiempo.
Las Universidades del Bienestar no sólo han generado quejas entre la opinión pública, sino entre los órganos auditables del Estado para constatar su funcionamiento, como la Auditoría Superior de la Federación por los escándalos de opacidad que son sus únicos logros.
En el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2019, la Universidades del Bienestar tuvieron una asignación de mil millones de pesos para construir 100 planteles solo en ese año. Pero la meta no se cumplió. En cuatro años se han construido 145 sedes, a pesar de que en 2020, 2021 y 2022 el programa fue nuevamente beneficiado con la asignación de más presupuesto para su operación. De acuerdo con su directora, Raquel Sosa, buscan construir 200 sedes para 2023. ¿Podría cumplirse la meta? A menos que se construyan a medias, sería casi posible, sin embargo, las malas condiciones en las que se encuentran las ya existentes dejan claro que no será así.
Pero eso no es todo; según los datos del propio gobierno, más de 60 mil estudiantes asisten a estas escuelas, pero no cuentan con el mínimo de docentes dentro de su plantilla para atenderlos a todos, de aquí el enojo y la molestia de los estudiantes que salen a protestar para tener clases como cualquier estudiante.
¿Y la SEP? ¿Dónde está la señora Secretaria? La SEP ha sufrido varios cambios de dirección. Pasamos de Esteban Moctezuma que estaba más preocupado con el sector empresarial; después llegó Delfina Gómez, una maestra que tenía más presente el sindicalismo y finalmente la ausencia de Leticia Ramírez Amaya, que hasta el momento sólo la hemos conocido por la famosa entrevista en la que no sabe qué contestar sobre el nuevo plan de estudios.
¿Qué deben hacer los afectados por tal atropello que han sido amenazados por exigir condiciones para estudiar? La historia nos ha demostrado que los movimientos sin cabeza están condenados al fracaso, por eso es necesario que busquen el cobijo de otros movimientos estudiantiles como la Federación Nacional de Estudiantes Rafael Ramírez (FNERRR) que dirige el estudiante Adán Márquez, organización estudiantil que en recientes días dio muestras de que está aglutinando a miles de estudiantes, todos con la bandera de unirse y luchar por conquistar una verdadera educación en el país. La FNERRR –además– es el único grupo estudiantil que ha mostrado músculo con vigorosas marchas ante los atropellos de Morena y la 4T.
Hace unos días, al comparecer Leticia Ramírez ante la Comisión de Educación del Senado como parte de la Glosa del IV Informe de Gobierno del titular del Ejecutivo Federal, la oposición en el Senado criticó la mala gestión morenista en materia educativa y cuestionó a la titular de la SEP sobre la desaparición de las escuelas de tiempo completo, otro de los grandes atropellos a la educación. También la increparon por el nuevo plan de estudios, la deserción de alumnos por la pandemia de COVID-19 y la entrega de recursos a proyectos que no funcionan, como las universidades Benito Juárez.
En estos días de inestabilidad política por culpa de un gobierno fallido y ante una crisis social en todos los ámbitos de la vida de México, los estudiantes deben unirse para defender la educación, porque en ella está su futuro. Todos los estudiantes, más sus familiares que también sufren por pobreza, marginación, olvido, inseguridad y violencia, deben formar un frente de lucha que triunfará ante la ‘bestia cuatroteísta’. Por el momento. querido lector, es todo.