En auto, tren, a pie o hasta en una silla de oficina, cientos de miles de ucranianos están escapándose de la guerra y tratando de llegar a países vecinos (Polonia, Rumania, Hungría, Moldavia y Eslovaquia) y más allá también.
El caótico éxodo –se calcula que medio millón de personas ya salieron del país desde que comenzó la invasión rusa- está siendo captado por los fotógrafos de la Associated Press.
Las Naciones Unidas calcula que el conflicto ya generó cuatro millones de refugiados, con “consecuencias humanitarias devastadoras”.
Una columna inacabable de vehículos esperaban ingresar a Moldavia por el cruce de Mayaky-Udobne. Había gente que llegaba a pie, arrastrando maletas. Numerosas personas caminaban con pesados abrigos, guantes, sombreros y gorras. Algunas llevaban sus mascotas, otras cargaban sus pertenencias en cochecitos de bebés.
Se ven emotivas despedidas en las estaciones de trenes, así como jubilosos reencuentros familiares en los países vecinos que abrieron sus fronteras a los ucranianos que le huyen a la guerra.
Abundaron los encuentros familiares en carpas en Siret, Rumania. A los niños les regalaban juguetes.
En la estación de trenes de Lviv, algunos afortunados lograron montarse en un tren con destino a Chop, en la frontera con Hungría. Los que no pudieron hacerlo quedaron a la espera de que llegase otro tren.