Esténtor Político
Contra la exigencia y denuncia sociales ningún gobernante debería ignorar las demandas del pueblo pues, de hacerlo, sería el fin de su legitimidad. Un pueblo que tras observar su realidad despierta se convierte en un gigante que avanza y se desarrolla, aunque este proceso sea y parezca muy lento.
Los damnificados por el huracán ‘Grace’ en los estados de Veracruz, Hidalgo y Puebla exigen que, a dos meses de la tragedia, lleguen las ayudas que tanto prometía el presidente López Obrador, porque hasta el momento solo han encontrado engaños y mentiras, mientras que la gente busca la manera de sobrevivir.
La suma total de damnificados ha rebasado el millón de personas, familias que perdieron todo lo que han logrado de patrimonio durante años de trabajo, con salarios de miseria o siendo jornaleros por la falta de oportunidades para adquirir otro grado de estudios superior.
En muchos sentidos la desesperación de la gente ha escalado tanto que ha perdido la fe en sus gobernantes, por esa razón es sencillo explicar cómo el pasado domingo, pobladores de Huauchinango entraron por la fuerza, burlando la seguridad del presidente, para exponerle la ola de inconformidades de los famosos ‘censos del bienestar’. En síntesis el pueblo “sabio y feliz” está cansado de tanta demagogia de López Obrador.
Pero el mandatario nacional tampoco es tonto (o al menos él cree y piensa que no lo es) porque sabe aprovechar perfectamente su ‘poder carismático’ para tratar de salir ileso de sus culpas. Él sabe que para acabar con una mentira es preciso atacar con otra que desvié la atención y conversación del público. Creíble para pocos, que en ocasiones, no tienen a su alcance la información necesaria para conocer la realidad del país; y de quienes sí la tenemos, sin dificultad podemos deducir su forma tan baja y ruin de resolver los problemas: con puras ocurrencias.
Esta no ha sido la única ocasión en la que AMLO menciona al Movimiento Antorchista o Antorcha Campesina como culpables de muchas cosas que nunca ha podido probar con documentos que sustenten su afirmación. La pregunta es: ¿por qué después de tanto que no mencionaba a Antorcha lo hace de nuevo? La primer respuesta es que el presidente busca ganar más adeptos a su movimiento, imponiendo una realidad falsa, convenciendo a las masas de que el país está mal por el pasado, pero no por el desastre social que él ha generado y que ahora todos los mexicanos cargamos con sus duras consecuencias.
La segunda es porque quiere deslegitimar, por adelantado, las manifestaciones y protestas que Antorcha, como organización política de varios millones de mexicanos, podría realizar en los próximos días, de hecho en algunos estados ya las lleva a cabo como sucede en Oaxaca donde el antorchismo local, que dirige Dimas Romero, se ha puesto a la cabeza y está defendiendo a los miles trabajadores de la salud que han sido injustamente despedidos por el gobierno federal en contubernio con Alejandro Murat Hinojosa.
Por otro lado, precisamente en este mes y noviembre se discutirán en las comisiones de la Cámara de Diputados y el pleno, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, y la posible (imposible) reasignación de recursos. AMLO cree que Antorcha se pronunciará y que muy seguramente habrá algunas manifestaciones ante su insuficiente y mal plan de proyecto de presupuesto. Es aquí donde AMLO quiere, falseando la realidad y engañando al pueblo de México, atacar al Antorchismo Nacional de algo que ya ni el mismo cree, pero que piensa le «dará resultados»; sin embargo, sucede todo lo contrario, habrá más inconformidad, pues la familias se sienten engañadas al haber votado por un hombre que se convirtió en lo que juró acabar: corrupto, demagogo, mafia del poder y un muy mal gobernante.
El país fue azotado por una pandemia mortal con al menos medio millón de mexicanos que han perdido la vida, un pandemia que no controló el gobierno. Tampoco ha reaccionado a tiempo y con la ayuda requerida ante la serie de catástrofes naturales que han llevado a millones mexicanos a más pobreza. Lopez Obrador, Morena y la 4T siguen mostrando su verdadero rostro inhumano al dolor ajeno.
En México, además, la persecución se agrava y comienza a rondar a todos los grupos sociales, a partidos políticos, a científicos, damnificados, organizaciones, por lo que la única salida tendrá que ser la unión muy bien cohesionada y única del pueblo mexicano para retirar, a como de lugar, la bota represora que el presidente tiene en el cuello de los mexicanos que solo piden vivir dignamente. El pueblo debe prepararse, al grito de guerra, contra un régimen que se enfermó de poder y que ya no sabe qué hacer con la administración gubernamental. Por el momento, querido lector, es todo.