Verónica Montes de Oca Zavala, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, precisó que las proyecciones de crecimiento de la población en México se modificaron.
“Se incrementa el número de personas adultas y adultas mayores; la tendencia es hacia el envejecimiento, fenómeno que se muestra también en el descenso de las tasas de fecundidad, aunque no es homogéneo en el país”, sostuvo.
Por ejemplo, hay entidades que tienen una natalidad alta, como Chiapas, y otras que crecen porque tienen más migración, como Quintana Roo; unas más registran una tasa de crecimiento menor, como la Ciudad de México.
La disminución de la fecundidad, expuso Montes de Oca Zavala, se debe a varios factores: mayor nivel educativo, así como el costo económico y oportunidades de procrear.
Aunque al mismo tiempo se presenta un serio problema de embarazo adolescente, en general las mujeres postergan cada vez más el nacimiento de su primer hijo; hay parejas que lo tienen a los 40 años; además, el intervalo entre sus descendientes se amplía en ocasiones hasta 10 o más años.
La experta reconoció que a raíz de la pandemia se registran embarazos no planeados, de los cuales apenas se elaboran estimaciones.
Podría evidenciarse un ‘baby-covid-boomer’; es decir, un pico en la natalidad como el que se dio después de la segunda guerra mundial, ahora en plena pandemia, y sobre todo en áreas urbanas donde el confinamiento en los hogares en mayor.
Y el envejecimiento?
En cuanto al envejecimiento, señaló que el porcentaje actual de 12% de mexicanos con más de 60 años, mismo que irá en aumento.
“El año pasado la OMS estableció la Década del Envejecimiento Saludable, muy importante porque se considera no sólo a las poblaciones mayores de ahora, sino a los del futuro, que son los jóvenes de hoy”, recalcó.
Sin embargo, ese organismo también tiene la intención de incorporar a la vejez como enfermedad en la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Relacionados (CIE-11), a publicarse en enero de 2022.
“La vejez no es un padecimiento, sino una etapa más de la vida que, además, varía mucho de un país a otro. Incluirla en esa clasificación sería un retroceso histórico brutal”, calificó la universitaria.
La también profesora del posgrado en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales refirió que se piensa que el envejecimiento implicará un mayor costo para los sistemas de salud en el futuro.
En realidad no lo estaría propiciando la estructura por edad en sí misma: la causa sería el cambio epidemiológico, es decir, la mayor cantidad de enfermedades crónicas que sí están correlacionadas con los diferentes grupos de edad.
Hay que considerar que también hay niños o jóvenes con diabetes, lo cual tiene un alto costo emocional, médico y social, por ejemplo.
Cuidado de la salud
Por ello, en el Día Mundial de la Población, a celebrarse el 11 de julio, hay que reformular cómo cuidamos la salud a partir de etapas tempranas.
“Con una pandemia que se ha prolongado por más de un año, hoy tenemos mayor conciencia de la importancia de llevar una vida saludable, de fortalecer el sistema inmunológico y demás condiciones que no se dan de manera automática, sino a través de políticas públicas, sociales, educativas y culturales integradas, que permitan velar por el bienestar de la gente”, subraya la especialista.
Además, dijo, es clara la necesidad de articular el sistema de salud (autoridades, hospitales públicos y privados, etcétera) y “también lo necesitamos en materia de seguridad social”, toda vez que según el Censo 2020 sólo 73.5% de la población, es decir, 92.6 millones de personas están afiliadas a un sistema de salud, “pero debemos llegar al 100%, porque en cualquier momento podríamos estar nuevamente en una situación como la actual, y la población debe tener atención inmediata”.
Se requiere una estrategia que articule salud, seguridad social, educación, vivienda y empleo digno, con una mirada transversal que además tome en cuenta el envejecimiento de la población; todo ello será importante en los próximos años.
“No hay que esperar a que el 12% actual de la población con 60 y más años siga incrementándose; debemos comenzar a cuidar a la niñez, juventud y adultez, porque ellos son las y los ancianos del 2050. Si comenzamos a atender a la población desde edades tempranas, podremos enfrentar de mejor manera las enfermedades por venir”, recalcó.