El 20 de junio, a las 21:32 horas, ocurrirá en el hemisferio norte el solsticio de verano, es decir, será el día más largo y la noche más corta del año.
Este fenómeno astronómico en el que el sol ‘se detiene’ indica el fin de la primavera y el inicio del verano.
Por la inclinación del eje de la Tierra, ese día el Polo Norte apuntará directamente hacia el sol, más que en cualquier otro momento del año.
El eje terrestre es un polo imaginario que atraviesa el mundo de arriba abajo, éste gira sobre esa línea imaginaria completando una vuelta en 24 horas; así es como ocurren los días y las noches.
De acuerdo con la NASA, el eje está inclinado siempre 23.5 grados con respecto al sol. Esta posición provoca que las cantidades de luz solar que recibe la Tierra sean diferentes en cada región, a medida que avanza por su órbita.
Cuando el polo norte apunta hacia el astro rey, el polo sur automáticamente se inclina en dirección opuesta. Esto hace que en nuestro hemisferio comience el verano, y en el polo sur el invierno.
El soslticio se dará del 20 al 23 de junio
Daniel Flores Gutiérrez, investigador del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, responsable del Anuario Astronómico Nacional, explicó que este año el fenómeno se presentará el domingo 20 de junio a las 21:32 horas.
“Esta cuestión de las horas tiene que ver con el traslado de la Tierra en torno al Sol en 365 días más una fracción y tiene que ver también con la rotación de la Tierra. Como no son cantidades enteras, estos valores van cambiando año con año”.
De esta manera, el solsticio de verano puede darse entre el 20 y hasta el 23 de junio, dependiendo de las cercanías de un año bisiesto. Es el día más largo del año, con más luz y una noche corta.
El astrónomo explicó que en el solsticio de invierno la situación se invierte porque el polo norte de la Tierra está viendo hacia afuera, y los rayos del Sol no iluminan parte del Círculo, así que hay una noche perpetua durante 24 horas.