Médicos en la India alertaron de un incremento de las infecciones provocadas por el llamado hongo negro vinculado al virus de COVID-19.
El padecimiento se detectó en más de 300 pacientes recuperados de COVID, algunos pudiendo culminar en la amputación de extremidades, e incluso provocar ceguera.
El alarmante brote de mucormicosis comienza a preocupar en los hospitales de Guyarat, al noroeste del país, donde se habilitaron salas aisladas para el tratamiento de quienes la padecen, especialmente en Ahmedabad, Bhavnagar, Jamnagar Rajkot, Surat y Vadodara.
Además, el gobierno estatal ordenó 5 mil inyecciones de anfotericina B, un fármaco efectivo para el tratamiento de esta rara enfermedad.
Según un informe del medio India Today, al menos ocho supervivientes de COVID-19 perdieron la vista en la ciudad de Surat.
En otro brote en el estado de Maharashtra, al sur de Guyarat, ocho enfermos murieron al sufrir la nueva infección y unos 200 pacientes COVID están bajo tratamiento por esta enfermedad.
Los médicos indios consideran la mucormicosis por el hongo negro una complicación postcovid.
Esta infección es curable, pero si no se identifica a tiempo tiempo puede agravarse con graves consecuencias, como la pérdida de la visión y, en algunos casos, incluso la muerte.