Con un largo de 30 kilometros, Portugal cuenta con el el puente peatonal colgante más largo del mundo.
El puente Arouca 516 se estrenó el 3 de mayo -cuando entró en vigor la cuarta fase del plan de desconfinamiento en Portugal- y podrá ser visitado por el público en general previa compra de boletos por internet.
El puente, de una longitud de 516 metros y de un ancho de cubierta de 1.20 metros.
Cruza el valle de garganta del río Paiva a 175 metros de altura, en un entorno natural que forma parte del geoparque Arouca, integrado en la Red Natura 2000.
El suelo del puente es una plataforma de rejilla metálica abierta que permite ver el cauce del Paiva.
Su estructura está formada por 127 módulos de hormigón y acero de aproximadamente cuatro metros cada uno.
El costo del boleto es de 12 euros, con acceso a Passadiços do Paiva, en un recorrido de más de 8 km por el río, entre la playa fluvial de Areínho y el puente de Espiunca.
El municipio de Arouca está clasificado como Geoparque Mundial por la Unesco.
Cuenta con entornos naturales reconocidos y 41 sitios de interés geológico y patrimonio arqueológico, como el dolmen de la portela de la anta, tumbas prehistóricas, un castro y los restos romanos de una mina y una calzada.