Vulcanólogos de las universidades de Ginebra y Heidelberg advirtieron que sí el Nevado de Toluca en México despierta lo hará de forma violenta con todo lo que esté a su alrededor.
Los científicos idearon una técnica que puede predecir el potencial devastador de los volcanes inactivos como este.
Para ello, utilizaron un circón diminuto contenido en rocas volcánicas, para estimar el volumen de magma que podría entrar en erupción una vez que el volcán Nevado de Toluca se despierte de su letargo y lo que encontraron fue alarmante.
Hasta 350 km3 de magma, casi cuatro veces el volumen de agua almacenada en el lago de Ginebra, se encuentran actualmente debajo del Nevado de Toluca y su erupción podría traer devastación.
La nueva técnica, aplicable a la mayoría de los tipos de volcanes en todo el mundo, se describe en la revista científica Nature Communications.
Las erupciones volcánicas más grandes de los últimos 100 años se originaron en volcanes que no entran en erupción con frecuencia y, por lo tanto, pasan desapercibidos para los científicos.
Sin embargo, hoy en día, 800 millones de personas en todo el mundo viven cerca de los volcanes y están potencialmente en riesgo.
Un factor determinante de la peligrosidad de los volcanes es el volumen de magma erupcionable almacenado en sus vientres, ya que está relacionado con la magnitud de futuras erupciones.
Desafortunadamente, este magma se almacena a profundidades inaccesibles de 6 a 10 kilómetros y no se puede medir directamente.
“Como una olla de agua, cuanto más grande es la olla, más tiempo se tarda en enfriarla.
Analizamos los circones en erupción durante los últimos mil 500 millones de años por el Nevado de Toluca, determinando así la evolución de la temperatura del magma almacenado debajo del volcán a lo largo del tiempo”, afirmó Gregor Weber, becario postdoctoral de la Universidad de Ginebra y coautor del estudio.
Los resultados se utilizaron para determinar el tamaño máximo posible de una futura erupción de este volcán, que con 350 km3 podría tener un efecto potencialmente devastador.
“El sistema puede despertarse rápidamente si el suministro de magma profundo comienza de nuevo”, advierte Weber.
Este hallazgo es esencial para evaluar cuantitativamente el riesgo volcánico.
“Conocer el tamaño de un depósito volcánico es importante para identificar los volcanes que tienen más probabilidades de producir una erupción de gran magnitud en el futuro.
Nuestro método es una nueva forma de evaluar a los candidatos para tales erupciones”.