La pandemia del COVID-19 no se retirará rápidamente de México ni del mundo; tampoco se cumplirán los sueños guajiros del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de que ésta desaparecerá con la vacuna; el pueblo mexicano tampoco se quedará cruzado de brazos frente a su pobreza y ante la ineficacia del gobierno de la ‘Cuarta Transformación’ (4T). ¿Qué viene en México tras la pandemia? ¿Cómo será 2024, año electoral, cuando la crisis sanitaria tenga cuatro años?
La experiencia de otros países y la historia del mundo nos ofrecen respuestas; una de ellas propone que tras el desastre provocado por la pandemia –contenida o no con la vacuna– será deficiente la gestión del gobierno morenista durante lo que resta del sexenio.
La pobreza y la miseria extrema crecen sin cesar, como lo ilustran estos datos: al menos 100 millones de mexicanos padecen algún tipo de pobreza; de éstos, 60 millones no pueden acceder a la canasta alimentaria básica; y la tasa de desempleo abierto subió al 4.6% en el último trimestre de 2020, 1.2 puntos más que en el mismo periodo de 2019.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi, registró una disminución de 1.7 millones de Personas en la Población Económicamente activa (PEA); contabilizó 29.6 millones de trabajadores informales en el último trimestre de 2020, 1.7 millones menos comparados con igual trimestre de 2019; hubo una contracción del 8.3% en el Producto Interno Bruto (PIB) y al cerrar 2020, el empleo formal registrado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tuvo una pérdida de 647 mil 710 plazas de trabajo con relación a 2019, cifra equivalente al 3.2%.
Por donde le busquemos, México está convulso y la tensión social se concentra. Los hechos más controvertidos en el pasado reciente fueron la aprobación fast track de la reforma eléctrica de AMLO en el Congreso de la Unión, pese a sus múltiples inconsistencias técnicas, económicas y políticas; y la represión del dos de marzo contra las mujeres que protestaban en Palacio Nacional contra la candidatura de Félix Salgado Macedonio, quien a pesar de las graves acusaciones de violación, conserva el apoyo presidencial y de Morena.
En un reciente documento de trabajo del Fondo Monetario Internacional (FMI), titulado Repercusiones sociales de las pandemias, se informa que “las epidemias pueden tener efectos de cicatrización social, aumentando la probabilidad de malestar social” y, al hacer un cruce mensual de los disturbios sociales generados por la pandemia en 130 países, se observa una relación entre ésta y aquéllos, tendencia que se mantendría cuando el COVID-19 se desvanezca.
La Introducción del documento recuerda que la pandemia del cólera, que golpeó a París en 1832, se propagó más rápido y provocó más muertes en el corazón de la ciudad porque ahí vivían muchos trabajadores industriales en condiciones de pobreza extrema, como lo registró Víctor Hugo en su novela Los miserables. Los historiadores aseguran que la epidemia y las tensiones socioeconómicas previas fueron dos causas del levantamiento popular de París en ese año, y la represión a manos del gobierno parisino.
Según el estudio, cuyo análisis vale la pena leer con detenimiento, las epidemias provocan disturbios sociales de distinta índole porque amenazan a la salud humana y subvierten el orden social. Su mal manejo (como se observa con mucha claridad en México) puede revelar problemas más profundos tanto en la estructura económica como en la infraestructura social deficiente del Estado o en la incompetencia política de sus instituciones de gobierno. “También el daño económico severo de las epidemias, especialmente si afectan desproporcionadamente a los pobres, podría exacerbar la desigualdad y sembrar las semillas del futuro malestar social”.
¿Qué vendrá en México después de la pandemia y el fracaso ya visible de la 4T? La historia siempre sirve para pronosticar y orientar los primeros pasos. Por ahora, la crisis sanitaria ahonda la crisis socioeconómica de las masas y mientras las tensiones políticas llegan a su límite, lo único que se vislumbra del futuro inmediato es que la oposición no ofrece nada nuevo ni diferente, porque es más de lo mismo.
Nos esperan cuatro años más de un gobierno deficiente; el aumento alarmante en la pobreza y la desigualdad; cada vez más protestas en las calles en demanda de bienes, servicios y atención… y así hasta en 2024, cuando el pueblo de México se vuelque en las urnas para rechazar a los políticos que en realidad defienden los intereses de la clase social pudiente. Por el momento, querido lector, es todo.