Al pronunciarse sobre la situación de los jóvenes en medio de la pandemia de COVID-19, el líder del Movimiento Antorchista Nacional, Aquiles Córdova Morán, reconoció el diagnóstico de profunda afectación que los ha llevado a despidos, freno brutal en su educación, depresión, abusos, etc., documentado por organismos internacionales, voces académicas e incluso líderes políticos; sin embargo, dijo, la salida a la crisis del capitalismo mundial que los rodea, no puede provenir de los poderes fácticos que hoy gobiernan al mundo, quienes preparan nuevos conflictos bélicos con peligros de orden mundial o buscan resanar las grietas para que sobreviva el modelo económico actual.
Ante este escenario, los llamó a unirse de manera decidida en torno a un movimiento organizado del pueblo, que busque terminar con la desigualdad, la injusticia y el privilegio y vaya hacia la construcción de un nuevo modelo de sociedad.
En un video mensaje, el líder social hizo un análisis exhaustivo sobre las afectaciones en educación, empleo, participación social, libertad de movimientos y bienestar emocional de millones de jóvenes de ambos sexos en todo el mundo recogidos por destacados organismos como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual señala que uno de cada seis jóvenes que trabajaban antes de la crisis, el 17%, perdieron su empleo, sobre todo, quienes trabajaban como apoyo administrativo, en los servicios, en la venta de artesanías y en oficios ligados a esta actividad; mientras que los que conservaron su empleo, han visto reducidas sus horas de trabajo en una cuarta parte; es decir, dos de cada ocho horas al día; dos de cada cinco trabajadores jóvenes, 42% del total, reportaron reducción directa de sus ingresos; además de la abrupta interrupción del aprendizaje y daños en el bienestar mental de los jóvenes, entre otras afectaciones.
Dentro de las manifestaciones de preocupación por la situación de los jóvenes en las circunstancias críticas de nuestros días, el luchador social citó la postura de Vladímir Putin, presidente de Rusia, manifestada en el Foro Económico Mundial 2021, quien dijo que “también se está acumulando una gran masa de personas que, de hecho, resultan no reclamadas”, ya que según la OIT, en 2019, el 21%, o 267 millones de jóvenes en el mundo, no estudiaron ni trabajaron en ningún lugar. E incluso entre los trabajadores, el 30% vive con un ingreso por debajo de los 3.2 dólares al día, equivalente a 64 pesos mexicanos.
Por otra parte, citó también la postura de Klaus Schwab, presidente del Foro Económico Mundial, quien en su documento ‘El gran reinicio’ expone su temor a que los jóvenes opten por “soluciones radicales (y a menudo acciones radicales) en un intento de evitar que ocurra la próxima catástrofe, ya sea el cambio climático o las desigualdades sociales”. El líder social puntualizó que esta preocupación no es sincera ni auténtica, sino que busca sumar a la juventud a su proyecto de rediseño y refundación del capitalismo, aunque reconoce su vigoroso papel en los cambios sociales; es decir, pero dejan las salidas y soluciones “a la buena conciencia y al sentido de responsabilidad de los poderes formales y fácticos que gobiernan a los países y al mundo, olvidando que son ellos los directos responsables de la crisis actual” dijo tajante.
Indicó que los jóvenes no pueden ni deben confiar su destino, su futuro completo, a los gobiernos y gobernantes del mundo que, como el nuevo presidente de los Estados Unidos., Joe Biden y el Pentágono -alineados a los intereses de la banca y los monopolios trasnacionales-, “están ocupados y preocupados en la preparación de una nueva guerra fría y, eventualmente, una guerra nuclear contra Rusia y China que acabaría con la civilización humana”, alertó.
Los invitó a que comprueben por sí mismos que comparten los mismos sufrimientos del pueblo trabajador, el cual enfrenta fenómenos como la desigualdad, desempleo, incremento de la pobreza, deserción escolar, carencia de vivienda, entre otras problemáticas derivadas de la concentración de la riqueza nacional, agravadas por la pandemia de COVID-19.
Ante esta crisis generalizada de los trabajadores y las clases más desfavorecidas de todo el planeta, previno a los jóvenes a no dejarse adular, engañar ni confundir ni manipular por nadie, pues si se propone que se les escuche y atiendan sus reclamos, es únicamente “para utilizarlos en la realización del ‘Gran Reinicio’, la refundación del capitalismo, solo que ahora rediseñado y gobernado por los gigantes de la tecnología digital, que son los que más millones de dólares han amasado aprovechando la crisis actual” tal como lo dejan las declaraciones de Klaus Schwab.
De esta forma, el líder social concluyó que la salida para los pueblos y para los jóvenes en particular, no puede consistir en resanar y rellenar las grietas más visibles del modelo económico actual, sino empujar un cambio radical, estructural, que solo puede ponerse en práctica por “un gobierno surgido del seno del pueblo trabajador educado, organizado y fundido en un solo bloque monolítico con sus propios jóvenes, con sus hijos, con los retoños nuevos y vigorosos de ese mismo pueblo, también educados y organizados para la lucha por una patria mejor para todos. Esa es, a mi juicio, la verdadera solución y la tarea que tiene por delante el pueblo trabajador”.
Llamó a la juventud mexicana a sumarse a la tarea de construir un movimiento organizado pues “la energía, la inteligencia y la iniciativa connatural a la juventud puedan jugar un papel decisivo en la tarea de enterrar definitivamente al viejo sistema, basado en la desigualdad, la injusticia y el privilegio, y en la construcción de un mundo nuevo” finalizó.