Esténtor Político
“El 1 % de la población disfruta de las mejores viviendas, la mejor educación, los mejores médicos y el mejor nivel de vida, pero hay una cosa que el dinero no puede comprar: la comprensión de que su destino está ligado a cómo vive el otro 99 %”, asegura el premio Nobel, Joseph Stiglitz, en su libro ‘El precio de la desigualdad’
No hay ninguna duda que vivimos en una sociedad cada vez más dividida y más injusta. Los avances obtenidos en el combate a la pobreza quedarán revertidos con la pandemia de COVID-19, y, por ende, generarán más pobreza y miseria entre los seremos humanos que incluye, naturalmente, nuestro triste México; las situación es de alarma y catastrófica. Ahora más que nunca urge un cambio del modelo económico en México, que sea capaz de crecer y desarrollarse como las grandes economías que hoy hacen frente a Estados Unidos.
Como hemos atestiguado, las acciones de la actual administración federal sólo han agravado las precarias condiciones sociales básicas de los mexicanos. Tratar de sobrevivir en nuestro país resulta carísimo, y a veces hasta imposible, porque los ingresos han reducido mientras los precios de la canasta básica incrementan. La pobreza, marginación y desigualdad han arrinconado a México.
Los programas sociales de transferencias monetarias directas no pecaron de una visión más allá de solo entregar dinero para “conformar” a los estómagos de millones de mexicanos, pero que esos mismos han sufrido de otras carencias que con la pandemia se hicieron más necesarias para evitar los cientos de muertes que virus ha cobrado.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ha calculado un aumento en la pobreza (9.8%) y pobreza extrema (10.7%) de millones de mexicanos pese a que los apoyos que el Gobierno de la 4T ha implementado, que son necesarios, pero que no mitigarán los impactos que la pandemia ha generado y generará en las zonas y población más vulnerable.
Sin embargo, Julio Boltvinik, investigador del Colmex, dijo el miércoles 10 de febrero en entrevista en Canal 6 Tv, con el periodista Julio Cesar García, que los datos del Coneval se quedan cortos pues la pobreza es mucho mayor, la cifras que él calcula son más de 80 millones de mexicanos en esta situación, incluso, acercándose a los 100 millones.
Los avances obtenidos en el combate a la pobreza hasta 2018 se perderán por completo, de acuerdo al Coneval, al pasar de 61 millones a 70 millones en ese estado. Un incremento alarmante, pero que han alertado diversos organismos especialistas en la materia. La Cepal también ha catalogado el desastre como la peor en la historia. América Latina tiene la etiqueta de la región más desigual en el mundo, pero México está descubriendo con la realidad que el dogma es más peligroso en comparación de un proyecto de bases científicas y con visión de futuro.
Tener un presidente enfermo y no verlo por varios días ha demostrado que el gobierno se ha convertido en un gobierno de un sólo hombre y que no escucha a su gabinete para las diversas acciones que deben operarán y efectuar en todo el territorio mexicano. La parálisis en la política generó pugnas y descontrol en el marcaje de la agenda presidencial. Sin embargo, la estrategia no cambió y sigue gobernando la soberbia y la confrontación de un mundo imaginario al que sólo López Obrador tiene acceso.
En el mundo real el país se ahoga en la más profunda de las miserias y recesión económica por las que se hayan atravesado desde hace 80 años. Los datos estadísticos alarman al país a un nuevo cambio de políticas públicas para beneficio común y no solamente de selectos.
Es momento de tomar nuevas alternativas, con cambios y modelos nuevos de país. Los pobres de México deben dejar de soñar en vano y hacer realidad la vida sin carestía de lo más elemental para una vida digna. Todos los mexicanos tenemos el poder para cambiar al México que añoramos; unido, fuerte y donde no haya desigualdad. La fecha se acera para dar los primeros pasos; es año electoral y el día de la votación nadie deberá cometer el mismo error, nadie debe dar su voto a candidatos de Morena o aquellos que vayan seguir la política de AMLO y la 4T. Por el momento, querido lector, es todo.